Ana María Baños, acusada de acoso a los abuelos: “Me llamó 150 veces en 2 horas”

Ana María Baños regresó este lunes a la Ciudad de la Justicia citada como procesada por un delito leve de acoso. El caso debía abordar el presunto hostigamiento a  los abuelos del pequeño Sergio Fernández y, por tanto, ofrecía la primera oportunidad de ver y escuchar a Baños tras el crimen de Huércal de Almería.

Sin embargo, un giro en el proceso judicial aplaza la declaración de la acusada de 38 años de edad. La magistrada María del Mar Cruz Moreno, titular del Juzgado de Instrucción número Cuatro de Almería, ha aceptado las alegaciones de la abogada de la familia en este proceso, Patricia Catalina, y transformará el asunto en una investigación por delito grave de acoso. En la práctica supone cambiar las acusaciones de multa por prisión.

“La familia de Sergio realmente ha estado acosada por esta señora y esta familia necesita unas respuestas, necesita unas condenas y unos reproches penales que sean acordes a los delitos que ha cometido”, señaló Catalina a los medios de comunicación congregados en la Ciudad de la Justicia.  “Creemos que debe llevar  aparejada una pena de prisión y no una simplemente en multa por un delito leve”, añadió la abogada, delegada en Andalucía de la Asociación Clara Campoamor y también personada en el procedimiento del crimen.

Acoso
Los hechos se suman a un largo historial de sucesos protagonizados por Ana María Baños antes del crimen de su propio hijo el pasado 10 de octubre. Según la acusación, Juan Fernández, abuelo paterno del pequeño Sergio, recibió “150 llamadas en dos horas” de la acusada.
“Salía de mi casa y el teléfono vibraba”, señaló. “Alcolea es un pueblo pequeño donde tenemos las puertas abiertas y ella se colaba en la casa, aquello era un acoso terrible”, afirmó el Juan Fernández. “Miedo”.

Los abuelos también se pronunciaron sobre la principal controversia sobre el crimen del pequeño Sergio. ¿Sufre Ana María Baños un trastorno mental que afecta a su capacidad de conocimiento?

“Ella sabía lo que hacía y quería hacernos daño. “Es una psicópata, pero mala, mala, siempre ha querido hacernos daño donde más nos dolía hasta quitarnos a nuestro niño”, dijo el abuelo. “Es una psicópata, no tiene nada y es absolutamente consciente”, añadió Gádor, la abuela del pequeño asesinado el 10 de octubre en una vivienda de Huércal de Almería.