El forense estudiará el estado mental de Ana María Baños el 7 de noviembre

El Juzgado de Instrucción número Tres de Almería pone en marcha la maquinaria judicial para esclarecer el crimen del pequeño Sergio Fernández de siete años de edad. La presunta asesina, Ana María Baños, acudirá el próximo 7 de noviembre a la Ciudad de la Justicia de Almería para someterse a una exploración en el Instituto de Medicina Legal (IML). Los forenses estudiarán el estado mental de la acusada, la verdadera piedra angular del futuro juicio por asesinato.

La magistrada Ana Belén Vico ya ha comunicado a las partes la citación, según fuentes consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA. La exploración se producirá prácticamente un mes después del crimen del pequeño Sergio Fernández en una vivienda de la plaza Río Chico de Huércal de Almería.

Ana María Baños de 38 años de edad cuenta con un ingreso en Salud Mental de Torrecárdenas a mediados del pasado mes de julio y varios testigos apuntan a un comportamiento desequilibrado en los días previos a la muerte de su hijo. En cambio, las acusaciones particulares y la propia Guardia Civil consideran que la acusada era plenamente consciente de los hechos y respondía a un plan para hacer daño a Sergio Fernández (padre), su ex pareja sentimental.

Precisamente, el padre prestó declaración este miércoles ante la magistrada Ana Belén Vico acompañado de la abogada Josefa Castillo. La instructora, que asumió las diligencias del caso la pasada semana, también tomó declaración a un agente de la Guardia Civil que participó en el arresto de Baños en la pedanía ejidense de Las Norias del Daza el mediodía del 10 de octubre.

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Su testimonio es importante para comprobar el estado en el que se encontraba la acusada en el momento de la captura. Según la investigación, Ana María Baños viajó con el cuerpo de su hijo en el asiento del copiloto del vehículo desde Huércal de Almería hasta Las Norias. Allí contactó con la ex pareja de su padre y le pidió ayuda. La mujer se negó y alertó a una vecina, que avisó inmediatamente a las autoridades.

Baños se resistió a entregarse, volvió al volante e intentó huir. En el cruce de la siguiente vía, a unos cincuenta metros, los agentes la arrinconaron. La mujer no quiso abrir la puerta y la Guardia Civil tuvo que romper una ventanilla con el objetivo de reducirla y, más importante, reanimar al pequeño Sergio.

Las declaraciones continuarán la próxima semana con la citación de otros testigos, incluidos familiares conocedores de la situación vivida por Sergio Fernández y Ana María Baños en los últimos años. De hecho, el abuelo paterno del menor se ha personado como acusación en un proceso por acoso que se estudia en el Juzgado de Instrucción número Cuatro de Almería tras la petición de la letrada Patricia Catalina.