La Policía Nacional ha impartido 17 talleres de orientación y prevención ante agresiones a casi 700 profesionales del sector sanitario de hospitales de Almería y El Ejido, y ha detenido a 11 personas desde que hace un año, en noviembre de 2018, comenzara a trabajar el interlocutor sanitario policial en la provincia, el inspector Jesús Eladio Fernández.
Esta figura fue creada oficialmente en España 2017 para poner freno a las agresiones a nivel nacional y garantizar una atención personalizada a los profesionales sanitarios que sufran violencia o amenazas. El interlocutor sanitario nacional es el también inspector Javier Galván Ruiz.
La importancia de denunciar En estos primeros talleres, de aproximadamente una hora y media de duración, desarrollados en los hospitales de Torrecárdenas, El Toyo y Poniente, el interlocutor provincial ha ofrecido a los profesionales asesoramiento e información, especialmente sobre prevención de agresiones, aunque también sobre la manera de reaccionar ante ellas y, a posteriori, les ha advertido de la importancia de interponer denuncias, que tras las mismas se pueden articular medidas cautelares como órdenes de alejamiento del centro sanitario o incluso del personal a modo particular.
Eladio Fernández incide especialmente en la relevancia de la interposición de las denuncias, pero también de ofrecer visibilidad, mediante campañas y otras medidas, al grave problema que suponen las agresiones y conductas violentas contra el personal sanitario.
En su opinión, a veces el profesional todavía no es del todo consciente de la condición de autoridad que le otorga la legislación, algo que unido a otros factores lleva a que en la actualidad se estime que apenas se denuncien el 10 por ciento de las agresiones sufridas en hospitales y centros de salud. En la provincia de Almería, por ejemplo, en 2018 se interpusieron 70 denuncias -23 presentadas por hombres y 47 por mujeres-, por lo que las agresiones podrían haber sido, realmente, de alrededor de 700.
Qué denunciar En sus talleres, el interlocutor sanitario policial también explica a los sanitarios una cuestión fundamental que no parece tener todavía muy clara el personal sanitario: las situaciones concretas por las que se debe presentar denuncia por un delito de agresión a la autoridad.
“La ley habla, en este aspecto, de violencia física o verbal, pero entendida esta última como amenazas o coacciones, no las vejaciones o injurias leves”, expone Fernández. Por ello la denuncia de un insulto en la consulta al médico, por ejemplo, no cumpliría esos requisitos establecidos legalmente, aunque puedan calificarse como injurias leves.
El interlocutor policial asesora igualmente a los profesionales sobre sistemas de comunicación verbal y no verbal en la prevención de agresiones, y sobre las situaciones más propensas a ellas. Entre estas destacan situaciones en las que pacientes o sus familias reciben una notificación dolorosa. “Incidimos por ejemplo en áreas como Pediatría Oncológica, sobre todo en la manera de afrontar los casos en que se comunique a los padres la muerte de un hijo”.
“Cuando se de una notificación de este tipo y se prevea que puede existir una situación violenta, debe darse en espacios abiertos y nunca en solitario. Es aconsejable que existan cámaras, y que se constituyan los elementos de seguridad pertinentes”, expone el inspector, quien ofrece estos consejos en sus talleres para minimizar los riesgos, puesto que, como dice, “el riesgo cero no existe”.
Cómo reaccionar En los talleres aconseja cómo reaccionar ante una acción violenta. “Es muy importante no entrar en un escalamiento verbal, mirar a los ojos, comprender al paciente y mantener una escucha activa para intentar apaciguarlo”.
Según Fernández, el perfil más habitual del agresor es “una persona con dependencia a sustancias que quiere obtenerlas y que responde con violencia cuando se las niegan, o alguien a quien se deniegan pruebas diagnósticas o prórrogas de bajas laborales”. Y en los hospitales, añade, también es conflictiva la gestión de las colas. “Aquí es muy importante que se ofrezca una buena y correcta información a los usuarios”, señala.
Y por supuesto, el mayor peligro para los profesionales se encuentra en los servicios de urgencias. En el Hospital Torrecárdenas se produjo la última agresión denunciada en Almería, la de una mujer que pellizcó y golpeó en la boca a una facultativa con el bolso porque quiso darla de alta y no accedió a ponerle una vía.
Implicar a todos los actores Eladio Fernández cree que para poner freno a las agresiones es fundamental la implicación de todos los actores, desde el sanitario al judicial, político y policial. De momento, además de impartir talleres a los profesionales también mantiene contactos con el delegado provincial de Salud, Juan de la Cruz Belmonte, con la Fiscalía provincial, con los colegios de médicos y enfermeros, y otras asociaciones e instituciones.
Fernández, de 45 años, es licenciado en Derecho, inspector de Policía y jefe territorial de Seguridad Privada en la Comisaría de Almería..
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