Nuevos negocios para ‘la milla de oro’

El cierre reciente del bar Entremares ha devuelto la oscuridad a la calle de las Tiendas en los días festivos. La presencia de este establecimiento supuso en su día un impulso comercial para este rincón de la ciudad donde la vida declinaba cuando llegaba el domingo. Con las otras tiendas cerradas, el lugar ofrecía una estampa sombría que cambió de aspecto cuando abrieron Entremares.

Ahora, unas semanas después del cierre del bar que ocupó el local de la histórica tienda de tejidos ‘El Blanco y Negro’, un nuevo proyecto se asoma al horizonte con la intención de poner en marcha un gran establecimiento hostelero que será a la vez bar de tapas y restaurante.

Detrás de esta nueva iniciativa se encuentra un joven empresario almeriense, David Ibarra, que ya ha echado raíces en lo que se conoce como ‘la milla de oro’ en la ruta de la tapa, ya que desde hace cinco años regenta el bar ‘La Plazuela’, en el chaflán que existe entre la calle Real y la de Jovellanos.

La aventura es ilusionante y a la vez arriesgada, ya que se trata de probar fortuna en el mismo escenario donde acaba de cerrar un negocio.

Esta misma semana han comenzado las obras en el local que sufrirá una profunda transformación. Para darle un aire diferente al que tenía y dotarlo de una personalidad peculiar, los responsables del nuevo establecimiento han contratado los servicios de un diseñador para intentar que el resultado sea lo más atractivo posible. Se busca un ambiente acogedor que invite a pasar y a quedarse, convertir el amplio local en un espacio cálido que sea a la vez un bar, un restaurante y un lugar de encuentro. Para ello se van a escoger materiales como la madera y el hierro para conseguir esa atmósfera amable que ya tienen otros establecimientos de la zona y que tan buena acogida está teniendo entre el público.

“La experiencia nos dice que por esta zona viene mucha gente de fuera que busca productos tradicionales de la tierra y nosotros se los vamos a ofrecer, sin olvidarnos nunca de lo que demanda la clientela autóctona, la gente de Almería que es la que nos da la vida a diario”, explica el gerente del proyecto. Esa preocupación por combinar tradición y modernidad se extenderá también a la cocina, de la que se pretende que esté abierta a todos los paladares.

La llegada de ‘Real 31’ servirá para renovar la histórica calle de las Tiendas que en los últimos cinco años ha experimentado una transformación permanente con el cierre de algunos negocios históricos y la apertura de nuevos comercios. Esta misma semana se acaba de abrir una tienda de comestibles en el local donde estaba la antigua tintorería ‘La Española’ y desde hace unos días se ha puesto en marcha una cafetería en la esquina frente a la iglesia de Santiago. 

La calle de las Tiendas va recuperando vida aunque sigue teniendo varios locales vacíos, como el de ‘Confecciones Crespo’, el de ‘Tejidos Rosaflor’ y la nave donde estaba la antigua droguería de Juanjo, en la esquina con la calle del Lectoral Sirvent, que llevaba más de una década cerrada.

En el centro de la calle aparece en pie la solitaria fachada de la que fue la tienda de Almacenes Segura, que durante más de cuarenta años fue una referencia en el comercio local, y que hoy es un solar que está pendiente de un ambicioso proyecto inmobiliario que podría contribuir a la necesaria renovación de este importante rincón del casco histórico que está batallando por recuperar sus viejos esplendores.

Mejorar la limpieza En ese proceso de renovación comercial que vive la calle de las Tiendas juega un papel fundamental la limpieza del pavimento, que ahora mismo presenta graves carencias que están a la vista de cualquiera. La calle necesita un lavado de cara a fondo, no solo que se le pase a diario la aspiradora y la escoba del barrendero. Hay zonas donde la grasa se ha ido acumulando hasta agarrarse al suelo y formar auténticas costras que deslucen un artería con tanto paso.