Curiosamente, en todo el siglo XX el Gordo no tocó ni una sola vez en Almería ni en la provincia. Hubo que esperar a los albores del siglo XXI, al año 2002, para que la máxima suerte se acordara de Almería en el 8.103. Y fue de rebote. Les cuento.
El Vélez Rubio CF quería comprar un número cualquiera para vender participaciones de Lotería de Navidad. Pero en el pueblo no había décimos suficientes del mismo número; y se fueron al cercano pueblo de Alcantarilla, donde compraron 80 series del 8.103.
Cuando se supo que había sido el Gordo, el cura de la localidad, uno de los afortunados, hizo sonar las campanas de la iglesia para avisar a los vecinos, como se hacía antaño.
Todos las oyeron excepto quienes lo había vendido, los jugadores del Vélez Rubio CF, que jugaban en esos momentos en el campo del Oriente. Allí estaba yo cubriendo el partido para La Voz y recuerdo que el descanso se enteraron y no querían salir a jugar la segunda parte.
Fueron 162 millones de euros, 27.000.000 millones de las recién desaparecidas pesetas las que repartieron los futbolistas. Dos series del Gordo se vendieron en la cercana Oria, y una, en el Copo de El Ejido.
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