Juan Antonio Pérez es de Melilla, pero lleva 20 años en Almería. Se hizo técnico superior de sistemas de mantenimiento, de Electrónica, y actualmente trabaja en el aeropuerto, y estudia ingeniería electrónica en la UAL.
Estás haciendo un proyecto sobre la levitación para un reto científico. ¿Cómo llegas a este tema?
La tecnología me encanta, de siempre. Y la aviación. Hace un tiempo vi un artículo en una revista sobre este tema de la levitación, el efecto Biefeld-Brown..., y me interesó. Me metí en el mundo de los ‘lifters’, aparatos que, basados en ese efecto, levitan por cantidad de movimiento….
Explícanos un poco esto.
Digamos que el lifter es un condensador asimétrico. Tiene un hilo arriba, y abajo, una banda de aluminio. Le metes 20.000 voltios, a muy baja intensidad, y los iones saltan de uno a otro, y crean cantidad de movimiento. Y levita. Tardé seis meses en poner a volar el primero que hice...
Y ahora hay un reto.
Es el Göde-Award for Gravitational Research, y está impulsado por el Göde-Stiftung, un instituto alemán. Ofrecen un premio de un millón de euros a quien proponga una solución para el siguiente problema: Hacer flotar, durante un minuto o mas, un objeto de al menos 20 gramos, a una altura de unos diez centímetros. Pero no puede ser por ningún método conocido hasta ahora, sino por la propia manipulación de la Gravedad. Veré...
Palabras mayores, ¿no?
Hombre, por supuesto. Es algo muy difícil de conseguir. De las cuatro fuerzas universales, aún no conocemos la naturaleza de la Gravedad. No sabemos si hay un gravitón, o... Pero, por supuesto, yo no estoy en esto por el premio, sino porque es un reto. Me gusta el tema, me incentiva. ¿Y si algún día podemos dejar los combustibles fósiles por un transporte por gravedad...?
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