“Es una pena que tenga que ocurrir esto para que la gente nos valore”

¿Cuál es su trabajo en Torrecárdenas?
Trabajo como axiliar de enfermería en la planta del aparato  digestivo del hospital, por lo que no atiendo directamente a los casos positivos en coronavirus, pero si nos llegan muchos pacientes a los que se hace la prueba, como ayer, a un señor que llevaba dos semanas ingresado y que estaba aislado.

Suponemos que esta pandemia  les  ha afectado a todos, ¿en qué ha cambiado su trabajo?
Los horarios son los mismos, aunque sí, tenemos mucha más carga de trabajo, pues la quinta planta se ha dedicado plenamente al coronavirus, y de hecho están las cuatro áreas llenas, con lo que las demás plantas se están sobrecargando con las personas que han tenido que ser trasladadas desde ellas. Allí se encontraban ingresados pacientes de medicina interna, que eran abuelos. En nuestra unidad, de 30 ingresados  tenemos 10 o 15 de digestivo, y el resto son de medicina interna, que requieren de celadores para moverlos y para hacer sus necesidades, porque ellos no pueden, y  en ese sentido sí estamos sobrecargados.

En cualquier caso, el número de casos confirmados en Almería es todavía bajo en relación a otras provincias.
Sí, es cierto que en Torrecárdenas no todo está tan sobrecargado como vemos en otros hospitales en los medios de comunicación, sobre todo en urgencias, donde ya no se ven aglomeraciones de gente. Ahora quizás solo se va para las urgencias reales, porque la gente se lo toma más en serio, y antes se iba por cualquier motivo. Los quirófanos han parado y no hay tanta sobrecarga. La unidad de reanimación también la iban a dejar para el caso de que si  la UCI se colapsara, se pudieran tener los aparatos necesarios. Es verdad que de momento aquí no hay saturación.

¿Hasta qué punto ha cambiado la percepción de la población respecto al personal sanitario con esta crisis del coronavirus?
Es una pena que haya tenido que ocurrir esto para que la gente nos valore, pero no solo a los sanitarios, también a los camioneros, a los repartidores, a todo el mundo que hace trabajos que igual antes eran menospreciados pero que al final igual son los  más importantes, porque todo es una cadena, y desde abajo empieza todo, y si algo no funciona abajo, no llega nada arriba.

Pero la ovación de las ocho emociona.
Pues sí, se agradecen los aplausos, pero lo que espero es que cuando todo esto se pase nos sigan teniendo en cuenta. Porque estos años atrás, muchas veces nos han considerado un poco como ‘yo pago seguridad social y tú eres mi criada’, y nos han llamado a las tres de la madrugada para apagarles la luz, aunque haya de todo, también gente muy educada. Pero siempre nos afecta más que nos traten con la punta del pie.

Aproveche para decirle algo a estas personas.
Les diría que no todos somos lo mismo, que no se puede pagar el enfado siempre con el que está mas cerca, con las enfermeras…

¿Se ha emocionado especialmente por algo en estos días en el hospital?
El otro día subí a la quinta planta, porque la estaban vaciando para llevar a los positivos en el virus y es verdad que me dio mucha impresión ver las puertas del área cerradas, con los contenedores rojos en las habitaciones, y ver a las compañeras con sus equipos puestos, porque ellas son las que verdaderamente se lo están jugando. Lo ves todo en silencio, vacío, y las ves a ellas, y te impresiona, porque ellas sí que no pueden salir a la calle para tomar el aire cinco minutos,  porque van a piñón fijo. Y luego se van a su casa con el ‘ay’, ¿podré haber cogido algo?

¿Siguen faltando medios de protección en Torrecárdenas?
Todavía son un poco reticentes a la hora de dar material, no sé si verdaderamente falta o que lo están guardando por si la cosa se pone todavía peor. Ahora nos dan una mascarilla por turno y gel para las manos. Al principio algunos cargos decían que no nos pusiéramos mascarillas para no alarmar.

¿Este impacto tan grave ha sorprendido también a los sanitarios y a los responsables de los hospitales?
No lo esperábamos, para nada. Aunque sí vi raro que cuatro o cinco días antes de decretarse el estado de alarma ya se rumoreaba que estaban desapareciendo los equipos de protección. Yo creo  más bien que ya los estaban guardando, en previsión de que pudieran faltar en el futuro.

Gran amante de los animales Carmen está casada , sin hijos, pero se apresura a decir que tiene dos perros. “Me encantan los animales, he recogido, he ayudado, los he sacado de las calles. Y no, no estoy de acuerdo con los que dicen que ahora tenemos suerte porque podemos salir con ellos. “Puedo ‘pasear’, entre comillas, porque  igual tienesque salir a las tres de la mañana lloviendo. porque tiene que hacer sus necesidades,... tener perro es algo que trae muchas responsabilidades”. 

“También me gusta mucho la fotografía,  ir a la playa y al campo. Aunque para esto me queda bastante. No tengo ni idea, pero creo que se pueda ir al mes de mayo”, dice.