Después de muchas vueltas, idas y venidas y debates, el Paseo de Almería, una de las principales arterias de la ciudad, cambiará su aspecto en los próximos días. Este miércoles han arrancado los preparativos para la transformación de esta transitada vía para generar en ella nuevos espacios para la movilidad sostenible y darle más protagonismo al peatón.
Este 8 de junio ya se podían apreciar señalizaciones y desvíos del tráfico para hacer posible estos cambios.
La intención del Ayuntamiento es dejar el Paseo de Almería con un solo carril de tráfico rodado, una banda de aparcamientos para carga y descarga, parada de autobús y de taxis y un carril descendente para bicicletas y patinetes.
Desde hoy y hasta que finalicen las obras, el tráfico en esta concurrida vía se limitará a un solo carril.
Una vez concluidos los trabajos, el vehículo privado solo podrá acceder al Paseo de Almería desde la Rambla Obispo Orberá y las calles transversales que desembocan en esta vía. No podrán hacerlo desde la Avenida Pablo Iglesias, la calle Granada o la prolongación de la calle Tiendas, que tendrán que utilizar como vía de salida del centro la calle Alcalde Muñoz.
El volumen de tráfico que soporta esta artería y el declive comercial de esta zona comercial de la ciudad pusieron en el debate político y social la necesidad de cambios en el Paseo de Almería y la idoneidad o no de peatonalizarlo. Al final, esta ha sido la solución adoptada por el Ayuntamiento de la capital siguiendo los criterios del estudio de movilidad encargado en su día por el área que dirige María del Mar García Lorca.
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