La Fundación “La Caixa” ha ayudado a 449 almerienses durante el confinamiento

Este programa lleva once años atendiendo a a pacientes de enfermedades avanzadas y familiares

Psicóloga EAPS atendiendo a un familiar.
Psicóloga EAPS atendiendo a un familiar.
Rocío De la traba
11:05 • 04 ago. 2020 / actualizado a las 11:12 • 04 ago. 2020

La finalidad de este programa es alcanzar la atención integral basada en el apoyo emocional, social, espiritual, atención al duelo y apoyo a los profesionales de cuidados paliativos. Una iniciativa que lleva realizándose desde 2009 y que ya ha atendido a 3.980 pacientes y 6.329 familiares. 



Está conformado por 132 hospitales, 133 unidades de apoyo domiciliario y 44 equipos de atención psicosocial (EAPS) formado por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes pastorales y más de 1000 voluntarios. En Almería el programa se efectúa en el Complejo Universitario Torrecárdenas y en el distrito sanitario de Almería con un equipo de apoyo domiciliario a través de un EAPS que pertenece a la Cruz Roja. Este programa cuenta con cuatro psicólogas sanitarias y siete voluntarios en activo. 



“Algo muy especial de este programa es que los Equipos de Atención Psicosocial y las personas atendidas, juntos forman un solo equipo de expertos. Un equipo en el que la voz, la decisión final, la tiene el paciente. Una muerte bien acompañada ayuda a todos los implicados: pacientes, familiares, personas cercanas, profesionales…” son las palabras del Presidente de la Fundación Isidro Fainé. 



LAVOZ ha podido contar con Ana Almansa, psicóloga del Equipo de Atención Psicosocial (EAPS) del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación “La Caixa”. Ana, que lleva ejerciendo esta labor desde 2008, recalca la importancia que tiene la comunicación con las personas que se encuentran en fase de duelo, los enfermos paliativos y los profesionales que los atienden. 



Con la llegada de la COVID-19 más personas han requerido su ayuda. “Al principio de la pandemia, al no poder estar en el hospital, fue algo más complicado. Gracias a la tecnología y a los teléfonos hemos podido seguir ayudando a pacientes y familiares y transmitirles que no se encontraban solos” declaraba. 



Esta situación tampoco ha favorecido al proceso de aceptación o afrontamiento del duelo. Al encontrarse la población confinada, no se ha tenido esa adaptación. El problema llega cuando al empezar a salir nos llegamos a dar cuenta de la realidad. 



“Algunos familiares y pacientes nos han agradecido esas llamadas y esa ayuda. Nos decían que, aunque fuera por teléfono, no se sentían solos. Eso es lo más importante y lo más bonito”



El programa, tras pasar una evaluación científica, ha concluido que esta ayuda responde a las necesidades de los pacientes y que mejora al 90% los síntomas que perjudican al estado de ánimo provocados por la enfermedad. Asimismo, el estudio establece que el 92% de las personas enfermas califican de excelente o muy buena la atención que han recibido y que sobre un 90% han podido resolver temas difíciles. 



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