Juan Francisco Rojas arranca este curso político con pluriempleo, el que le supone el ser portavoz en la capital tras la marcha de su compañero de bancada a los no adscritos, ser portavoz en la Diputación Provincial y liderar el partido en la provincia. Dice que tiene ganas e ilusión, las va a necesitar para llevar adelante todo este trabajo.
-Nuevo curso político, raro y además, lo arranca con más trabajo que nunca al quedarse solo en el grupo municipal.
-La verdad es que supone un cambio significativo el tener que compatibilizar dos portavocías como son Diputación y Ayuntamiento. Es cierto que políticamente te permite tener más proyección y una mayor exposición en la provincia. Tengo mucha ilusión, la misma que cuando llegué, por estar al servicio de los ciudadanos en estas que son las administraciones más cercanas los ciudadanos. Además, en este momento bastante incierto, de crisis económica de consecuencias incalculables, estoy convencido de que, de una vez por todas, debemos dar ejemplo.
-¿Y no se ha liado alguna vez entre Diputación y Ayuntamiento? Tiene que ser complicado.
-Es muy complicado porque son las dos grandes administraciones de la provincia. Se hace duro pero lo hago con la misma ilusión que el primer día y me siento fuerte. Eso sí, no lo podría hacer sin respaldo de un equipo de personas que trabajan y colaboran conmigo.
Y lo de mezclar (sonríe) ha habido casos en los que las propuestas se pueden llevar a las dos administraciones, y otras en las que a veces nos hemos descolocado un poco y nos hemos confundido al registrar alguna moción. Son anécdotas.
-Una crisis económica de la que habla que va a marcar los próximos presupuestos. ¿Qué van a poner sobre la mesa para su posible apoyo?
-En el año 2020 trazamos tres líneas para apoyar los presupuesto: en materia de impuestos solicitamos rebajas y bonificaciones tanto para las familias numerosas como para los colectivos más vulnerables. Pedimos mejoras en materia de transparencia y eficiencia; y abogamos por inversiones que nos permitieran mejorar la ciudad.
De cara al próximo presupuesto aún estamos esperando que el equipo de Gobierno se ponga en contacto con nosotros pero evidentemente, apostamos por medidas de rescate al ciudadano. Van a caer enormemente los ingresos porque la actividad económica también lo va a hacer por lo que habrá que hacer una adaptación. Seguiremos incidiendo en reducir impuestos con un plan de contingencia fiscal además de eliminar gastos superfluos en la administración.
-Ahora que Vox ya no es tan imprescindible para aprobar las cuentas, ¿cree que habrá un cambio de actitud en la negociación?
-Entiendo que la relación siga siendo la misma. Somos leales, queremos trabajar para sumar pero la exigencia no va a bajar. En lo que creamos que hay que apoyar el equipo de Gobierno, lo apoyaremos sin contemplaciones.
-¿Van a poner líneas rojas? ¿Se van a negar a algunos gastos?
-Lo que no vamos a hacer es bloquear por un interés puro, abogamos por negociar lo máximo y siempre pensando en toda la ciudadanía. No se trata de poner en jaque al equipo de Gobierno. En algunos momentos hay que ceder un poco. Eso sí, no vamos aparcar nuestras reivindicaciones más polémicas, vamos a seguir llevando a la administración nuestras propuestas en inmigración o violencia de género.
-¿Cuál es su relación con el concejal que ha pasado al Grupo de No Adscritos desde Vox?
-La relación personal es cordial. Fue una sorpresa para mí porque me enteré a través de los medios de comunicación. Cuando tú trabajas en grupo no puedes pensar solo en ti y, que menos, que comunicar que te vas. Puedo estar o no de acuerdo en su marcha, pero no entendí sus motivos aunque los respeto. Fue una triste sorpresa.
-Él se defendió ante la catalogación como tránsfuga por parte de algunos grupos políticos.
-Más allá de lo que se contempla en el Pacto Antitransfuguismo y que se expuso en el pleno, lo cierto es que Vox le solicitó el acta porque no se vota a la persona sino a la formación. Hay que tener claro que te presentas bajo unas siglas. No votan a Joaquín Pérez de la Blanca sino a la traslación de un proyecto nacional a nivel municipal.
-Son muchos los grandes proyectos pendientes. ¿Hay que esperar ahora por la pandemia o deben seguir adelante?
-Almería tiene un déficit infraestructuras histórico. La llegada del AVE, el proyecto puerto-ciudad, las comunicaciones que se cortan por El Cañarete que supone una sobrecarga de la A7... Todas son muy necesarias y no se han hecho por dejadez de los diferentes gobiernos y esto la provincia lo está pagando.
A pesar de esto, creo que nos tenemos que centrar ahora en actuaciones más pequeñas como en mejorar las infraestructuras de los barrios. Es que hay dos velocidades en la ciudad. Mientras hay algunos que siguen con los mismos problemas que hace 30 años otros sí han mejorado.
-Usted ha sido muy crítico con la situación del comercio en la capital.
-Llevamos 20 años padeciendo el problema del comercio y este equipo de Gobierno no ha sabido afrontarlo y ahora pagando las consecuencias. El centro está muriendo y en 17 años no han sabido afrontarlo. Es necesario reunirse con los verdaderos conocedores de la situación. No basta con regar de dinero a las asociaciones, hay que afrontarlo de cara.
-¿Cree usted que está la ciudad limpia?
-No, sigue sin estar limpia. Una de las medidas que pedimos en los acuerdos era auditar los servicios concesionados. Pero es un trabajo de todos, está en los propios ciudadanos que también tenemos que ser defensores de una ciudad limpia. No toda la carga puede caer en el Ayuntamiento que tiene que ir limpiando lo que voy tirando. Hace falta más concienciación.
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