“No voy a ser cabeza cuadrada para el presupuesto pero hay que revisar gastos“

Joaquín Pérez de la Blanca estrena curso político como concejal no adscrito. Tiene claro que su política va a seguir siendo independiente y centra su trabajo en el Consistorio en tratar de ayudar a los sectores afectados por la pandemia.

Ya lleva usted unos meses como no adscrito. ¿Qué tal este cambio? 

La verdad que el haber abandonado el grupo político municipal ha significado estar en completa soledad, no dispongo de asignación de grupo, tampoco de asesores, y veo limitados mis derechos políticos. A pesar de lo anterior, me mantengo en mi firme intención de dar cumplimiento a mi promesa con el electorado de cumplir con el programa con el que concurrí a las elecciones, a pesar de los obstáculos que aparezcan en el camino.

¿Se arrepiente?

Di el paso porque en conciencia estaba obligado a hacerlo. Lo que no puedo hacer es avalar a una formación política para que, llegado el momento, se produzcan cambios tan significativos; cambios en los que la gente que había votado a esta formación a buen seguro no estarían de acuerdo, como no lo estaba yo. 

Ya dije que tenía tres opciones: quedarme y callar, opción en la que ciertamente habría demostrado haber mentido al electorado al no luchar por lo que dije que lucharía. Podría haberme ido dejando el acta, dejando tirados a aquellas personas que confiaron en esta formación y en mi aval, consumando así un engaño. O hacer lo que hice, luchando por el programa y exponiéndome al juicio público. Sea como fuere, siempre me quedará el consuelo de que no opté por el camino más fácil. 

¿Ha cambiado su trato con el equipo de Gobierno? 

No, lo cierto es que mi trato era y sigue siendo amable y muy cordial, en la medida que se me permita realizar mi labor de gestión y fiscalización, no debemos tener problemas. Es más, me congratulo en decir que con el alcalde la relación es excelente y se ha mostrado siempre dispuesto a reunirse conmigo cuando hemos tenido que tratar temas de interés para la ciudad.

Hay quien le ha tachado de tránsfuga, y de hecho en el último pleno hizo un alegato defendiendo que no lo era.

Efectivamente. Creo que es bueno remarcar los límites que los grandes partidos dibujaron en ese famoso pacto, y que a pesar de los mismos, hubo uno de los firmantes que me calificó a mi tránsfuga, con nombres y apellidos. Mire, yo pido respeto a esos que me han descalificado y que son firmantes del pacto. Yo no he puesto a nadie en la Alcaldía, y sólo en el caso de que existiera una moción de censura en contra del señor Pacheco y yo votara en contra de las razonables expectativas de los que me votaron, entonces alguien podría dudar sobre si he caído en el transfuguismo.  Pero el tiempo dirá. 

Pero parece que este nuevo tablero del plenario ha afectado a algunos grupos.

No esperaba cierta gente tan afectada, de hecho no debería. Mientras sigamos todos en un ambiente de compañerismo e interés de la ciudad, todo irá bien. Tan vital es mi voto como el de Cs o Vox. No ha cambiado la influencia de ninguno de ellos aunque no lo crean o no lo vean así.

Arranca curso político y muy diferente. ¿Qué líneas va a defender usted?

Nos toca enfrentar una de las mayores crisis que hemos pasado desde la II Guerra Mundial. Es momento de realizar políticas sociales y que tiendan a la creación de empleo. No voy a ser un cabeza cuadrada para el presupuesto. Aunque sí es cierto que hay que revisar ciertos gastos que se están acometiendo y es la hora de revisarlo. Gastos que muchos son superfluos.

Habla ya presupuestos. ¿Le han llamado? ¿Tiene claro lo que va a ponerle sobre la mesa al equipo de Gobierno para aprobarlos?

Todavía no me ha llamado nadie. Toca hacer políticas que tiendan a ayudar a todos los afectados por la pandemia:  los comerciantes, empresarios, para que ellos generen empleo y no solo darles subsidios. Es necesario también el  apostar por la inversión pública, que se hagan obras y den empleo, o el aumentar partidas sociales para las asociaciones que ayudan como es el caso de Cruz Roja o Cáritas.

El alcalde ha dicho varias veces que está dispuesto a renunciar a algún gran proyecto para invertir en materia social.

Yo no renunciaría a  los grandes proyecto, no es el momento. Generan empleo:  albañiles, ingenieros, arquitectos... Sí que hay cosas que se pueden revisar como la asignación a los partidos políticos, que ya propuse cuando el PSOE llevó al pleno el bajar salario de concejales y asesores.

¿Respalda la gestión del COVID?

Hay que tener presente que estamos viviendo un momento de incertidumbre espantoso. Nadie se ha enfrentado a una situación como esta anteriormente, y a pesar de ello debemos mantener, en la medida de lo posible, la calma, pero eso sí actuando con celeridad para no dejar a nadie en la estacada. Con estas premisas, creo que la gestión a nivel nacional en ciertas cuestiones dejó mucho que desear, pero insisto en que no es momento de hacer políticas y reproches, creo que son tiempos de apoyar y de coordinar a todas las administraciones y los partidos. A modo de ejemplo creo que el espectáculo vivido con el reproche de competencias en materia educativa, en puertas de la incorporación de nuestros hijos, ha sido lamentable. Ahora más que nunca tenemos la obligación de ser constructivos.

Ha mostrado su preocupación por la situación comercial de la ciudad.

Aparte de las medidas del plan reactiva hay que profundizar en los problemas existentes. Esperemos que la peatonalización del Paseo sea un revulsivo. Si se opta una buena transformación y buen modelo, los comerciantes lo podrán ver como un sitio para poder instalar negocios, pero va a costar salir de la crisis.