El Acebuche vacuna en una mañana a más de 800 internos

El centro penitenciario El Acebuche da un salto de gigante en la protección de la salud de los internos, funcionarios y familiares y afronta, meses después, el principio del final de las restricciones en las comunicaciones.

Personal sanitario de la prisión inmunizó este miércoles contra el coronavirus a 830 reclusos custodiados en el penal de Cuevas de los Medinas. El suministro de las vacunas estuvo vigilado por una enfermera especializada del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y se desarrolló sin incidencias en apenas cuatro horas.

Los presos recibieron mayoritariamente dosis de la vacuna de Janssen y, por tanto, no tendrán que someterse a una segunda inyección. No obstante, las autoridades sanitarias reservaron algunas dosis del producto de Pfizer para inocular esta vacuna a las personas de mayor edad.

El equipo directivo informó a los internos de manera previa sobre la campaña de vacunación y el suministro se efectuó de manera rápida y sin incidencias, con un porcentaje residual de rechazo a la recepción.

El próximo 11 de mayo está previsto que el personal sanitario repita la campaña en el Centro de Inserción Social (CIS) de Almería, donde actualmente hay unos 40 internos en tercer grado (solo van para dormir o para realizar talleres formativos). Allí estarán citados también los reclusos controlados por medidas telemáticas (las conocidas pulseras). En total, entre unos y otros, superan el centenar de ciudadanos.

La campaña de vacunación se suma a la realizada con los funcionarios y supone un salto cualitativo en la seguridad de El Acebuche. En los próximos días se reactivarán las comunicaciones físicas, hasta ahora suspendidas por la prevención frente a posibles contagios.

Prevención

Por otra parte, el traslado de presos no se detiene, ya existe una previsión para el futuro. Los nuevos internos seguirán sometiéndose a un programa de cuarentena y aislamiento preventivo en su ingreso en el penal. Cuando se acumule una ‘bolsa’ de personas suficiente, siempre que las autoridades sanitarias dispongan de las vacunas necesarias, serán vacunados.

Los contagios por coronavirus en la prisión desde el inicio de la pandemia han sido anecdóticos. La capacidad para realizar cuarentena en la llegada, el plena del personal médico propio de la cárcel y la distribución en módulos y departamentos ha permitido frenar posibles contagios.

También los funcionarios han dado nuevamente muestras de su eficiencia y responsabilidad, colaborando en el cumplimiento de las medidas de seguridad. El resultado es un puñado de casos leves, controlados y sin extensión de los contagios en un centro especialmente sensible por su condición de cierre.