Clamor en la hostelería almeriense contra las nuevas restricciones

El Boletín Oficial del Estado ha publicado este sábado las nuevas restricciones que afectan a la hostelería y el ocio nocturno impuestas por el Ministerio de Sanidad y recogidas en el acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que podrían implicar un nuevo cierre del interior de bares y restaurantes y de las discotecas.

Estas restricciones fueron acordadas con el voto en contra de cinco comunidades, entre ellas Andalucía, que ya ha anunciado su intención de no acatarlas al no haber nacido del consenso, aunque el Gobierno ha resaltado que son de obligado cumplimiento.

Algunos gobiernos autonómicos, como Madrid, ya han avanzado su intención de recurrir este acuerdo ante la Audiencia Nacional, mientras que organizaciones de la hostelería nacional y andaluza han expresado su desacuerdo con las medidas.

Este periódico ha querido tomar el pulso en Almería a los sectores más afectados por estas restricciones, la hostelería y el ocio nocturno. Todos los consultados han coincidido en expresar su indignación y rechazo absoluto a estas imposiciones, también porque llegan justo cuando la provincia ha mejorado notablemente su situación.

ASHAL

Desde la Asociación Provincial Empresarios de Hostelería, Pedro Sánchez-Fortún, su presidente y propietario de la bodega Las Botas, justifica su posición totalmente contraria a estas medidas, no solo en el grave daño que se puede volver a hacer al sector, al que de nuevo se “criminaliza” y se señala “injustamente como foco de los contagios”, sino también “porque en la Junta ya hay un plan de desescalada y por tanto supone una intromisión en sus competencias”.

En este sentido, cree que “el Gobierno se está metiendo en un berenjenal en una cuestión que parece solo marketing político, de forma que como está en una guerra que no le va bien, decide abrir otra, y a los hosteleros nos han vuelto a coger por banda, y volvemos a pagar el pato sin tener ninguna responsabilidad, porque no hay datos fehacientes de que seamos responsables de la propagación del virus”. 

Con todo ello, Sánchez-Fortún concluye que en esta guerra política lo único que se va a conseguir “es que la hostelería pierda la campaña del verano, pues no solo no se nos ofrecen ayudas, sino que se ponen más trabas todavía”.

Casa Rafael

Dentro de la hostelería, uno de los sectores más perjudicados por las restricciones es el de las salas de celebraciones, como es, además de restaurante, Casa Rafael, en Huércal de Almería. Su propietario, Rafael Calatrava, no encuentra palabras para expresar su indignación: “Es una locura, alucinante, que después de 14 meses durísimos, cuando nos podemos empezar a recuperar nos puedan hacer esto”, dice. “Tengo una ruina tremenda, una deuda de más de 200.000 euros… me ha llegado a embargar la Seguridad Social, me han cortado la luz y el agua, y he estado a punto de tirar la toalla, a pesar de que tengo un negocio magnífico” y muy bien considerado, se lamenta.

Y es que el covid y las restricciones han hecho ya que este año, por ejemplo, se hayan cancelado unas 60 bodas que se iban a celebrar en su restaurante, lo que a la vez ha supuesto que tenga que reducir el personal a menos de un 30% del que tenía en 2019 en estas fechas. Ante todo esto, no se explica “qué tipo de asesores puede tener un Gobierno que aumenta ahora, cuando todo va mejor, las restricciones”.

Restaurante Alejandro

Encarnación Ruiz, una de las propietarias del Restaurante Alejandro en Roquetas de Mar, uno de los establecimientos almerienses que cuentan con una estrella Michelín, tampoco encuentra explicaciones a las nuevas medidas. “Después de un año y pico poniendo dinero, sin recibir ayudas, no tiene sentido que hagan esto”, dice. Por eso muestra su “total apoyo a la Junta para incumplir las restricciones, porque esto no es ruinoso, es lo siguiente, desde el principio nos han dejado muertos en vida”. Y todo ello pese a que, como dice, han cumplido a rajatabla las medidas covid, e incluso han reducido los salones de cuatro a dos para que hubiera suficiente espacio.

La Clásica

Emilio Laynez, propietario de La Clásica y Premium Black, y miembro del comité de dirección de ‘Andalucía de noche’ muestra su total acuerdo con la posición de la Junta: “Hace un año el Gobierno dejó la regulación en manos de las autonomías  y ahora, no sabemos por qué intereses políticos cogen las riendas”, a pesar de que, como dice, las comunidades tienen un conocimiento más exacto de lo que está pasando en cada territorio.

“El sector está indignado, aunque esto se tendrá que publicar ahora en el BOJA y sabemos que la Junta va a luchar para que no se lleven adelante. En todo caso, esperamos que los tribunales nos puedan dar la razón”. “Estamos que nos subimos por las paredes porque es una cosa de locos, sin sentido”, concluye.

Grupo Catedral 

Lázaro López, consejero de ‘Sevicios Hoteleros La Catedral’, que engloba el Hotel Catedral y Casa Puga, cree que “no tiene ningún sentido que se nos haya animado a retomar la actividad, a recuperar casi toda la plantilla, y que una vez que se ha hecho ese esfuerzo vengan con nuevas restricciones”.

”No soy sanitario y no sé si estas medidas serían positivas, pero sí pido que las que se impongan tengan consistencia, que no se den bandazos hacia un sitio y hacia otro, sobre todo cuando los niveles de incidencia han bajado más. Al final nos estamos convirtiendo en unos gestores de frustraciones”, concluye.

Terraza Carmona 

Ginés Carmona, gerente de la Terraza Carmona de Vera, ha expresado también su desaliento a este periódico: "En este momento es dar un paso atrás, nos va a condicionar y puede significar cancelaciones o suspensiones de comidas y eventos que ya teníamos concertados con nuestros clientes, y sobre todo nos va a suponer incertidumbre ante las contrataciones que íbamos a hacer a corto plazo”.

“Estas medidas nos parecen una total falta de respeto a la restauración, además de apuntarnos de nuevo como el foco de los contagios con normativas que no tienen lógica ninguna”, dice.