Se animan las ventas de viviendas pero para dedicarlas al alquiler

El mercado inmobiliario está en permanente movimiento, pero con una acusada tendencia marcado por la rentabilidad del alquiler. Almería presenta unos índices de rentabilidad que se sitúan en el entorno del 7,5 por ciento anual, por encima de la mayor parte de los productos financieros.

Esa rentabilidad está llevando a muchos almerienses con disponibilidad de recursos económicos a inclinarse por la compra de vivienda, tanto nueva como usada, que tiene como destino final el alquiler. De hecho estos movimientos del capital se dan especialmente en los colectivos de mayor edad, personas de entre 48 y 65 años que ya disponen de una vivienda en propiedad pero que se adentran en la práctica del alquiler.

Compra o alquiler

Esa tendencia es respuesta al incremento de la demanda de viviendas en régimen de alquiler protagonizada por los jóvenes. Según un estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa, son los jóvenes de hasta 34 años los que apuestan mayoritariamente por el alquiler, debido sobre todo a las dificultades de acceso a la adquisición.

En el fondo de esa tendencia están las consecuencias de la crisis sanitaria instalada entre nosotros en el último año y medio, que además ha tenido un reflejo importante en las economías domésticas. El incremento del desempleo, sobre todo entre los jóvenes, y la precarización de las condiciones laborales para muchos de ellos, han llevado a que, hasta el momento, el interés por la compra (que existía hasta que a principios de 2020 se iniciara la pandemia) se haya enfriado de forma más que notable.

Si antes de esa crisis sanitaria más del 30 por ciento de los jóvenes de hasta 34 años estaba interesado en operaciones de compra, animados además por unos precios ajustados y unos tipo de interés favorables, ese porcentaje ha caído por debajo del 18 por ciento desde entonces.

Para muchos jóvenes la deseada y deseable emancipación se ha convertido en una quimera. Lo demuestra el hecho de que sólo un 12 por ciento de ellos dejan la casa de sus padres antes de cumplir los treinta años.