Once viviendas en una casona del obispado

La calle del General Castaños, en pleno centro histórico, tiene ante sí una oportunidad única para ganar un poco de vida. Una comercializadora inmobiliaria, Altasur, está promoviendo, a través de una Comunidad de Bienes, la construcción de once nuevas viviendas en una antigua casona propiedad del Obispado de Almería.

Serán casas de uno  y dos dormitorios  y dos áticos, teniendo en cuenta que el edificio tiene la fachada dentro del catálogo de bienes protegidos del Ayuntamiento. Todo está aún por cerrar en cuanto al diseño del nuevo residencial, incluida la posibilidad de hacer garajes, pero la iniciativa ya de por sí puede ser un revulsivo para la zona tan necesitada de nuevas viviendas para jóvenes a precios asequibles así como plazas de aparcamiento.

El edificio, aún propiedad de la Diócesis, aunque con un preacuerdo de compra, linda con una tienda de souvenir y el edificio de Los Pulpitillos, donde nació el famoso dibujante almeriense emigrado a Argentina Manuel García Ferre. Por el otro lado, da a la calle de La Excusada y a continuación con el edificio que se levantó sobre los cimientos del viejo granero de la ciudad que da nombre a la Plaza. 

Ese edificio, enfrente de la añeja Bodega Montenegro de Pepe Ibarra, también tiene prevista su rehabilitación para construir apartamentos. En sus bajos estaba situada hace muchos años el colmado de todo tipo de artículos de María La Portera.

También hay en proyecto, en la cercana calle de Arráez, la construcción de garajes y trasteros para vecinos del barrio, en un solar de propiedad municipal.

La operación del edificio de la calle General Castaños sería una buena oportunidad también para el obispado para enjugar parte de la deuda de 20 millones que mantiene con el Banco Santander.

El edificio está compuesto por dos casas solariegas. La más próxima al callejón de La excusada que da a la Plaza Campoamor, de mayor tamaño, con ventanas tipo buche de golondrina, tenía cuatro condominios habitados por: Mariano Arrieta, doña Amparo, doña Matilde y la familia Torrecillas. 

La otra casa, con jardín a su espalda, medianera con la casa de Valente, estuvo habitada por un viajante llamado Jesús y por la familia del Guardia Civil Galindo.