“El hombre con ideas suicidas pide menos ayuda, no está bien visto”

El suicidio es un problema de salud pública, como evidencia el hecho de que en España se quitan la vida más de 3.600 personas al año. Esto es, diez cada día. Sin embargo, el hecho de que se estigmatice a quienes tienen ideas suicidas lo ha convertido en todo un tabú. Y que no se hable de ello ni se pida ayuda es el primer paso para que estos casos terminen teniendo el desenlace más trágico.

El Teléfono de la Esperanza trabaja para combatir el suicidio desde hace 50 años en España y 21 en la provincia de Almería. Esta semana, la ONG conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio con el lema ‘Tu salud emocional, la mejor vacuna para prevenir el suicidio’. Este viernes 10 de septiembre, entre las 18.30 y las 20.30 horas, desplegarán una carpa en Puerta de Purchena para que cualquier persona pueda acercarse a pedir información y también para plasmar y compartir las razones para vivir que tiene cada uno.  

Además, se leerá un manifiesto para reivindicar a las administraciones, entre otras cuestiones, un plan nacional para la prevención del suicidio, más calidad en los servicios de Salud Mental y mayor apoyo a las organizaciones que trabajan en este campo.

El suicidio en Almería
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se suicidaron 56 personas en Almería, de ellas 43 eran hombres y 13 mujeres. “Aún no tenemos datos de 2020 porque tardan un poco, pero cabe esperar un incremento, ya que la pandemia ha pasado factura a nuestra salud mental y solo en el Teléfono de las Esperanza las llamadas se han incrementado en un 38 por ciento, no solo por temas de suicidio”, apunta a LA VOZ Patro Padilla, psicóloga de la ONG en la provincia.

Atendiendo a la experiencia de esta voluntaria de la organización, el perfil de las personas que llegan a tomar esta decisión tan drástica responde o bien a alguien que sufre una patología anterior -trastornos afectivos, problemas de ansiedad-, o bien a casos en que se atraviesa un momento de crisis vital a causa de algún suceso, como la pérdida del trabajo, la muerte de un familiar muy querido o el diagnóstico de una enfermedad grave. “Esto les provoca un vacío existencial en el que no le ven sentido a la vida”, relata Padilla.

“Las personas que llaman no suelen estar totalmente decididos y nos piden ayuda conscientes de que no es la mejor solución; el suicidio se puede prevenir vacunándonos con esperanza y cuidando nuestra salud emocional”, añade.

Por sexos y la familia
Alrededor del 61 por cierto de las personas con tendencia suicida que piden ayuda a la ONG son mujeres, que muchas veces no llevan a término el acto autolesivo. “Los hombres nos suelen pedir menos ayuda, ya que no está bien visto socialmente que un hombre se encuentre deprimido o manifieste sus debilidades; ellos acostumbran a tener una actitud más impulsiva”, explica la psicológica.

Patro Padilla recuerda que no se hace una estadística de los intentos de suicidio y que esta lacra no afecta solo a la persona que desea quitarse la vida. “Las familias lo viven con angustia y desesperación porque es un trastorno que está estigmatizado y ni siquiera pueden hablar sobre el tema, que está rodeado de sentimientos difíciles como el dolor, la triste y la culpabilidad”, indica.

Entonces, ¿qué le diría a alguien que se está planteando quitarse la vida? “Sobre todo que cuide su salud emocional y su cuerpo teniendo hábitos saludables y también que busque a un amigo al que contar sus sentimientos o, en su defecto, a un especialista. Es importante que elija bien sus relaciones y que cuente con varios grupos entre los que se sienta aceptado. La clave está en que halle sentido a la vida”, concluye la voluntaria.

El Teléfono de la Esperanza en Almería es el 950269999.