Almería ha dado un paso más a lo largo de esta semana en su sensación de aislamiento, de ser casi ínsula dentro de la península por las dificultades existentes para entrar y salir de la provincia.
No es nada nuevo que Almería cuente con muchísimas dificultades en lo que a sus comunicaciones se refiere, pero en vez de ir caminando en mejorar su conexión, parece que en plena era del fomento de la movilidad más sostenible, de la apuesta por los transportes colectivos, los almerienses van teniendo cada vez más difícil el moverse de forma diferente al vehículo por carretera y privado.
Arrancaba la semana con los viajes a Fruit Attraction a Madrid y el descubrimiento de que los vuelos con la capital de España se reducen. Dicen que por falta de demanda, y los que demandan vuelos responden que por tener unos precios altísimos. Una situación que se repite también con las conexiones aéreas con Barcelona.
Todo esto ocurre mientras la Mesa del Tren certifica que en el tramo de Níjar-Río Andarax de las obras que deben traer el AVE desde Murcia a Almería, esas que llevan años de retraso (iban a traer la alta velocidad en 2005) no hay obrero alguno, a pesar de que el PSOE de Almería diga que están todos los tramos en marcha.
Ante esta situación de aislamiento son muchos los que han vuelto a pensar eso de que somos una isla por mucho que nos una la tierra al resto del país. Visto lo visto, hay quien incluso ha puesto sobre la mesa, como llegaran a pensar los empresarios almerienses por el año 2015, la posibilidad de solicitar beneficios de insularidad para la provincia de Almería. Y es que estos beneficios se establecen para cubrir “desequilibrios” entre todos los territorios del país por su propia situación física y geográfica.
En España tienen esta declaración de insularidad el archipiélago canario, las Islas Baleares, y las dos ‘islas’ dentro de territorio extranjero, es decir, Ceuta y Melilla. ¿Habría posibilidad de que Almería pudiera ser considerada como ínsula? Explican los expertos en derecho que no, que por mucho que nos rodeen sistemas montañosos y que la distancia que tengamos que recorrer para conectar con nuestros vecinos (Murcia y Granada) sea enorme sobre todo en nuestra mente, no es viable.
Y ante esta situación ¿qué hacer? Además de desesperarse, los almerienses deben reclamar que sus conexiones sean mayores, mejores y más baratas bajo el amparo del desequilibrio que supone ser una esquina del país a la hora de ser competitivo.
Proposición
Con estas mimbres, y tras una conversación entre el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, y el parlamentario andaluz de los populares, Ramón Herrera, han decidido desde la formación azul llevar una Proposición No de Ley (PNL) a la sede del antiguo Hospital de las Cinco Llagas en la que solicitarán a la Junta de Andalucía que pida la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) del vuelo que une Almería con Madrid.
Así lo anuncia el propio parlamentario andaluz del PP Ramón Herrera, afirmando que “después de hablar con el alcalde de Almería se ha decidido presentar esta PNL para solicitar a la Junta que pida al Ministerio de Transportes la declaración de obligación de servicio público que garantizaría las conexiones con la capital de España al igual que en su día se hizo con la ruta con Sevilla”.
Esta petición será debatida en el seno de la Comisión de Fomento y permitirá, en caso de que sea aprobada aquí y en Madrid, que el Gobierno incluya en sus presupuestos una partida económica que colabore económicamente en el sustento de estos vuelos de forma que los almerienses tendrían garantizado, por un lado la existencia de las rutas, y por otro, unos precios más ajustados para que volar a Madrid desde Almería deje de ser un artículo de lujo.
Habrá que esperar a esa comisión para ver la postura de todos los partidos.
Las voces contra la reducción
Las voces que claman en Almería por una solución para que llegar a Almería no siga siendo una odisea son cada vez mayores.
Lo pedía Pedro Sánchez Fortún, presidente de Ashal, quien aseguraba que cada vuelo perdido es una zancadilla más para que Almería pueda recuperar el tono de su sector turístico. Demasiado hace para la poca ayuda que tiene.
No se debe olvidar que durante años fue su antecesor, Diego García, el que hablaba de esa posibilidad de que Almería fuese declarada como ínsula para compensar los años de agravios comparativos en la inversión en materia de infraestructuras.
Pero también han salido al paso los diferentes partidos políticos. Los populares en Madrid anuncian una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados; desde Vox se ha pedido a la Diputación Provincial que ejerza de mediadora con la compañía aérea para intentar frenar esta pérdida de conexiones; y desde Ciudadanos se pidieron explicaciones en el Senado sobre la situación de las rutas aéreas con Madrid y Barcelona así como la paralización de las obras del AVE.
Hasta el PSOE, hoy en el Gobierno, se precipitó a explicar a través del diputado Indalecio Gutiérrez, que habían mantenido algún encuentro sobre el tema, de momento sin resultado alguno, y Almería en unos días será más isla que nunca.
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