La película que se mezcló con la gente

La relación entre Almería y el cine estaba empezando a cambiar. No era solo el gran espectáculo de los domingos por la tarde en las butacas de madera del Salón Hesperia. El cine había tocado en nuestra puerta y la ciudad se había abierto de par en par para recibir ese milagro que nos podía dar fama, prestigio y dinero.

Los primeros rodajes estuvieron marcados por ese punto de inocencia que tenía la época y que caracterizaba a una ciudad tan perdida en el mapa como era Almería. Muchos de los actores que pasaron por aquí en los años sesenta se sorprendían de la naturalidad con la que podían pasear por las calles o tomar un aperitivo en un bar sin ser agobiados por una turba de admiradores.

Entre aquellas primeras películas que iniciaron la edad de oro de los rodajes hubo una, ‘Tierra Brutal’, en la que por primera vez la productora quiso que la familia del rodaje se mezclara con la ciudad y que todos se sentaran en la misma mesa a compartir el festín. 

En octubre de 1961 llegaron los técnicos y los actores y el día veinte ya había comenzado el rodaje. La productora Tefisa, encargada de esta coproducción entre Estados Unidos y España, brindó sus platos al público y todo el mundo supo desde el primer momento dónde se estaba rodando y que podía desplazarse hasta Sierra Alhamilla para ver el viejo balneario convertido en un rancho mejicano lleno de forajidos.

En ese afán de involucrar a la ciudad en el cine se organizaron varios actos sociales, donde participaron los principales actores y todo el equipo de rodaje. El domingo doce de noviembre hubo un pasacalles por la Puerta de Purchena y el Paseo, con un grupo de pistoleros recién llegados del ‘plató’, que se mezclaba con los almerienses que se agolpaban en las aceras. 

Había actores extranjeros de cierto renombre, y sobre todo, un importante elenco de artistas españoles que ya gozaban de una fama reconocida entre el respetable. La estrella nacional de ‘Tierra Brutal’ era la actriz Paquita Rico, que había alcanzado el éxito tres años antes con la película ‘Dónde vas Alfonso XII’, que fue estrenada en Almería en el cine Liszt, el 19 de abril de 1959, con gran éxito de público. Al lado de Paquita Rico estaba en aquel rodaje el afamado actor Pepe Nieto, que todo el mundo recordaba por sus papeles en ‘Marcelino pan y vino’, ‘El padre pitillo’ o en ‘Salomón y la reina de Saba”.

Todos estuvieron presentes en el festival benéfico que el domingo 12 de noviembre de 1961 la propia productora ‘Tefisa’ organizó en la Plaza de Toros con el fin de recaudar fondos para que el Ayuntamiento de Almería los repartiera entre los más necesitados.

El público respondió aquella tarde llenando el coso de la Avenida de Vílches. Fue un gran espectáculo que no tenía precedentes en la ciudad, poder ver tan de cerca a esos grandes de la pantalla brindando su generosidad a nuestra tierra. Allí salió el bueno de Pepe Nieto, todo un galán, conduciendo un carruaje mientras un grupo de especialistas hacían las delicias de la gente tirándose de los caballos y haciendo cabriolas sobre su grupa. 

Para rematar la gran fiesta, hubo toros, concretamente cinco novillos que se repartieron entre los peliculeros y toreros de verdad. El jefe de operadores, Alfredo Fraile, hizo sus pinitos delante de un novillo, lo mismo que el actor Rafael Albaicín, que era diestro en la materia. Para culminar la tarde salieron al ruedo dos diestros de verdad, los almerienses Juanito Gimeno y Ramón Magaña, que deleitaron a todos con su arte.

Tanto en los tendidos como en el ruedo, la gran protagonista fue la actriz Paquita Rico, que montando a la andaluza fue la encargada de pedir la llave de la plaza. Cuando se incorporó a las gradas causó gran admiración por su belleza, sobre todo en el momento de saludar al alcalde Antonio Cuesta que no quiso perder el espectáculo.