El PSOE de Almería capital abrió la tarde-noche del pasado viernes una nueva etapa. Como histórica la ha calificado el nuevo secretario general, el diputado Indalecio Gutiérrez Salinas, que coge el relevo de Fernando Martínez, dedicado ahora en cuerpo y alma a la secretaría de Estado de Memoria Democrática en el Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, el calificativo de histórica debe entenderse en una doble vertiente. Por un lado, sí es cierto que en muchos años – podría apuntarse más de una década – nunca un secretario general de los socialistas en la capital había obtenido tan alto porcentaje de respaldo en una asamblea orgánica para elegir una nueva dirección. Gutiérrez Salinas obtuvo casi un 86 por ciento de apoyos en la asamblea celebrada en uno de los salones del Gran Hotel Almería.
Baja participación Pero, por otro lado, tampoco se recuerda en la historia reciente de la agrupación más importante y numerosa de la capital tan bajo índice de participación de la militancia. Atrás quedaron esas asambleas, en plenas primarias de batalla entre sanchistas y susanistas, en las que se contaban por cientos los votantes, y por decenas las nuevas afiliaciones a las puertas de unas elecciones internas.
El último censo de la agrupación que dirige el diputado en Cortes eleva a 1.183 los militantes que tiene el PSOE en la capital. Y de esos, solo 141 – poco más del 10 por ciento – acudió a las urnas el viernes pasado. Puede haber diversas justificaciones: desde que la fría tarde-noche no acompañaba para nada para acudir a ese hotel o que estaba todo acordado entre las dos familias que conviven en el socialismo de la capital y que, voto arriba o voto abajo, quedaba claro que Indalecio Gutiérrez sería elegido nuevo secretario general por el acuerdo entre sanchistas y susanistas. Cuentan sus máximos exponentes que eso de ponerles etiquetas puede ser cosa del pasado, después de los paseos triunfales de Pedro Sánchez en el congreso de Valencia o de Juan Espadas en el de Torremolinos. O, incluso, el del almeriense Juan Antonio Lorenzo, que aglutinó a una gran mayoría en el cónclave celebrado en El Parador de Roquetas de Mar.
Pero haberlos, haylos. Hay sanchistas y susanistas. Todos juntos en las direcciones provincial y capitalina, pero haberlos, haylos. Otra cosa será el devenir de esos equipos de trabajo configurados bajo la bandera de la integración y del interés común de un triunfo a corto o medio plazo en las andaluzas y en 2023 en las municipales.
Dos retos
Juan Antonio Lorenzo apostará por conquistar el poder para el PSOE de Almería de la Diputación Provincial, una institución que quedó en manos del Partido Popular en 2011 y, desde entonces, suman los seguidores de Gabriel Amat y Javier Aureliano García tres mayorías absolutas.
Por su parte, Indalecio Gutiérrez tiene ante sí el reto, una vez integradas las dos familias del socialismo capitalino, de conformar otro equipo, quizá en un ejercicio político que supone un mayor equilibrio, para la candidatura de las municipales en 2023.
Adriana Valverde Gutiérrez ha renovado a Adriana Valverde como la vicesecretaria general – hay tres en el escalafón – más cercana al poder orgánico, ello no quiere decir para nada que la actual portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Almería vaya a renovar como cabeza de cartel en las municipales. No. Todo se andará.
Por lo pronto, quien ha despejado pronto la incógnita ha sido el actual alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, del Partido Popular. Apresurándose a rumores y movimientos internos dentro de su propio grupo de concejales, el regidor ha zanjado pronto cualquier polémica que pudiera surgir en estos meses de precampaña de las andaluzas. Lo hizo en una entrevista con Lola González hace justo una semana. Y a partir de ahí, la pelota volvió al tejado del PSOE. ¿Quién será la candidata socialista en la capital? ¿Será candidato?
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