Los motoristas, el gran caballo de batalla de la DGT

Hace tiempo que la DGT mantiene en el punto de mira a las motocicletas por la elevada cifra de muertos que arroja todos los años. Así, si en 2021 se propuso elevar la complejidad de los exámenes necesarios para hacerse con el permiso, ahora este organismo tiene como meta obligar a mejorar el equipamiento de seguridad de estos conductores a fin de salvaguardarlos de lesiones graves o de perder incluso la vida. 

En concreto, solo hay que remontarse a febrero del año pasado para escuchar al director de este organismo, Pere Navarro, lamentarse por la constante cifra de fallecidos en las carreteras por accidentes de moto. “Es el único medio de transporte que cada año desde 2014 registra más muertes. De esas 476 víctimas mortales, un total de 220 perdieron la vida en carreteras secundarias”, declaró Navarro. 

Sin duda, el máximo responsable en seguridad vial es consciente de la vulnerabilidad de los conductores, cuyos cuerpos están expuestos a los golpes de una manera manifiesta ‘porque el chasis es el piloto’ o los pasajeros que lo acompañen.

Todos tenemos asumido que el casco es junto con el seguro de motos uno de esos aspectos imprescindibles para cualquier vehículo sobre dos ruedas. De hecho, no hacerlo, además de poner en peligro nuestra propia vida, puede acarrearnos una multa de 200 euros, además de perder tres puntos. Pero la apuesta sube con nuevos elementos de seguridad como los que siguen:

•             Guantes resistentes a la abrasión, dado que instintivamente ante cualquier percance el conductor interpone las manos para protegerse. Por este motivo, han de estar confeccionados con un material de resistencia térmica y homologados por la DGT. De modo que se descartan los que sean muy finos o de lana, pues no resistirán el impacto.

•             Chalecos protectores e incluso con airbag para defender las zonas críticas de nuestra anatomía. De hecho, la DGT lanzó durante la pasada Navidad una campaña para que Papá Noel pusiera uno bajo el árbol allá donde viviera un motorista. No obstante, aunque es un artículo caro, vale la pena el desembolso si gracias a él conseguimos aferrarnos a la vida en las situaciones más peliagudas.

Otros aspectos clave que pueden servirnos para protegernos son ​​unos pantalones adecuados y recios para la conducción, unas botas resistentes e incluso adquirir un modelo de moto que incorpore una airbag. Este último siempre ha sido una innovación característica de los coches, pero las diferentes marcas ya están trabajando para ofrecerlos también en estos vehículos de dos ruedas.

De esta manera, estaríamos ante un sistema interno en forma de bolsa de aire que se infla en cuestión de segundos a través de una pequeña bombona de dióxido de carbono.