Un robo de fardos hachís provoca un secuestro y cuatro detenidos

Agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil han arrestado a cuatro personas implicadas en un presunto caso de secuestro y extorsión por la desaparición de un alijo de hachís. Los detenidos están acusados de detención ilegal y amenazas tras retener a un varón en un vehículo y apuñalarle en un muslo para exigir la devolución de parte de un cargamento de resina de cannabis robado a la organización hace unos dos meses.

La investigación permanece bajo secreto de sumario y no han trascendido detalles sobre cantidades de droga y dinero.  Es, en cualquier caso, un nuevo ejemplo de la violencia que crece alrededor del tráfico de hachís y marihuana en una provincia especialmente castigada en los últimos tres años.

La detención se produjo tras una persecución de agentes de la Guardia Civil en la pedanía de Ruescas (Níjar). La víctima fue retenida por miembros de la banda en el interior de un vehículo. Allí le acusaron de haberse apropiado de alguno de los fardos robados y le exigieron la entregada de un cantidad de dinero como pago por la droga.

“La víctima comunica a los agentes que los autores la exigían para su puesta en libertad el pago de una deuda, por su supuesta apropiación de unos fardos de hachís. De igual manera, detalla cómo fue amedrentada por los autores de los hechos y además recibe una puñalada en el muslo que requiere diversos puntos de sutura”, explican fuentes oficiales de la Comandancia de Almería.

Operación de pago 

La víctima fue liberada inicialmente, pero las llamadas de amenaza continuaron. Finalmente, concertó una cita con los traficantes para hacer una entrega del dinero en una estación de servicio en un paraje rural de la Comarca de Níjar. El lugar era suficientemente discreto como para realizar la transacción sin levantar las sospechas de posibles  testigos y, al mismo tiempo, con cierta protección para la propia víctima por tratarse de un espacio público y transitado.

Sin embargo, la secuencia fue distinta a la esperada. Cuando ambas partes iban a encontrarse, la Guardia Civil irrumpió en el lugar y se desató la fase de explotación de la llamada Operación Sargus. “Los agentes tienen conocimiento de que al día siguiente, la víctima, que continua siendo extorsionada y amenazada, va a hacer una entrega de una importante suma dinero a los autores de los hechos, por lo que establecen un dispositivo de vigilancias, donde observan claramente a los autores recoger el pago”.

Los sospechosos huyeron del lugar en dos vehículos. Uno de ellos impactó con una patrulla policial poniendo en riesgo a los agentes y llegó a perder un neumático durante la fuga. Con la llanta completamente destrozada, los agentes de la Guardia Civil consiguieron echarle el guante y arrestar a dos varones, que opusieron resistencia.

Los dos detenidos restantes viajaban en un segundo vehículo interceptado igualmente durante la intervención de la Policía Judicial. Las diligencias instruidas junto con los detenidos han sido entregadas en el Juzgado Instrucción número Dos  de Almería, que ha decretado el ingreso en prisión provisional para dos de los imputados.