El candidato de Cs en Cuevas fue detenido con 24.000 plantas de marihuana

El 2 de junio de 2021 un simple comunicado de prensa sirvió para convertir el municipio de Vera en capital internacional del cáñamo. Nada menos. “Expertos del sector” y “representantes de las fuerzas de seguridad” se darían cita en los salones de Terraza Carmona para abordar los innumerables beneficios de la marihuana. A las aplicaciones medicinales y cosméticas se añadían incluso, según el anuncio, la posibilidad de regenerar zonas de Palomares contaminadas por la radiación de aquellas bombas del B52 que mancharon el entorno y convirtieron en icónico el baño del ministro franquista Manuel Fraga.

El encuentro se desarrolló el 3 de junio con menos autoridades de las anunciadas, pero con un embajador bien conocido en la comarca. Indalecio Modesto, último candidato de Ciudadanos a la alcaldía de Cuevas del Almanzora, auspiciaba la cita como representante de la sociedad Natura Living. 

Dos semanas después, Indalecio Modesto conversaría con Mario L., supuesto doctor y gurú de la marihuana, sobre las dificultades para abonar la “deuda” con Terraza Carmona tras la retirada del Ayuntamiento de Vera y anticiparía que tendría que “presionar un poco” para cobrar “la factura”.

Aquella  ‘Jornada internacional de cáñamo: medio ambiente, salud y legislación’ terminó por convertirse en el cuadro de un caso esbozado por la Policía Judicial de la Guardia Civil (UOPJ), la Fiscalía Antidroga y el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería desde, al menos, cuatro meses antes. 

La denominada Operación Ébano terminaría como la mayor aprehensión de marihuana realizada en España hasta entonces y con la detención de seis personas por presuntos delitos contra la salud pública y organización criminal. Entre los arrestados estaba Indalecio Modesto, otrora concejal de Ciudadanos en Cuevas, según documentos a los que ha tenido acceso en exclusiva LA VOZ.

La operación comenzó con el hallazgo de dos kilos de marihuana en un envío postal interceptado por la Guardia Civil el 2 de marzo de 2021 en una empresa de Cabo de Gata. 

Como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA, los agentes siguieron el rastro del cannabis, que tenía destino en un municipio el centro de Alemania, hasta una serie de cultivos locales establecidos en la provincia de Almería. En conjunto, la UOPJ decomisó 124.000 plantas durante la fase de explotación a finales del pasado mes de agosto en fincas de Sorbas, Lucainena de las Torres, Huércal de Almería y El Ejido.

Según conversaciones captadas por la Guardia Civil, los investigados planeaban montar en la provincia de Almería una gran red de cultivos de cannabis asociados a laboratorios y capaces de generar ganancias millonarias. “Podemos montar un negocio juntos trabajando duro (…) una cantidad de 15 millones, hay trabajo para todo el mundo”, señaló el detenido Mario L. en una conversación el 16 de junio.

Lobby

Indalecio Modesto fue señalado por los agentes como uno de los presuntos productores de marihuana a gran escala identificados durante la investigación, aunque las indagaciones le sitúan también como una especie de ‘lobista’.

El 28 de agosto de 2021 a las 17.20 horas la Guardia Civil arrestó a Modesto como presunto autor de un delito contra la salud pública por “cultivar de cannabis para fines distintos a los autorizados”, según consta en el atestado incorporado a las diligencias del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería.

Dos agentes inspeccionaron la finca ubicada en el polígono 35 de una zona rural de Cuevas. La propiedad estaba asociada a Natura Living y guardaba 24.000 plantas de marihuana de más de 1,5 metros de altura, según los informes. Modesto presentó documentación para avalar su legalidad, pero fue arrestado por un presunto delito (se acogió a su derecho a no declarar y quedó luego en libertad). 

¿Pero por qué una plantación tan grande de marihuana puede presentarse como legal? ¿Cómo es posible que no se ocultaran las fincas de la Operación Ébano y se realizara incluso una jornada? La razón está en lectura de la ley. 

La normativa permite el cultivo de cáñamo industrial siempre que se cumplan unos requisitos, a saber, que tenga un THC inferior al 0,2 por ciento, que las semillas sean certificadas y que la plantación esté registrada (Junta de Andalucía). Pero por encima de todas estas condiciones está el uso. La ley únicamente avala la extracción de fibra (del tallo) o de las semillas. Secar, cortar o manipular los cogollos supone un delito.

De esta manera, las explotaciones registradas ante la Junta de Andalucía pueden crecer hasta los 1,5 metros, como le sucedió al invernadero de Indalecio Modesto, pero solo se comete el delito cuando existe un manipulación de los cogollos, la instalación de un secadero o cualquier otra actividad destinada a la distribución de la sustancia.

A estas limitaciones se añade una posibilidad remota, esto es, la obtención de un permiso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Este organismo regula las autorizaciones para investigación, por ejemplo, de las farmacéuticas, pero los permisos se realizan en condiciones muy estrictas, sobre plantaciones de cannabis muy pequeñas. 

Las investigaciones de la Operación Ébano exponen la supuesta voluntad de los detenidos de comerciar con la marihuana para una amplia variedad de usos. Según su propio razonamiento, se anticiparon. Cultivaron sin tener autorización de la AEMPS.

En este afán por convertir la provincia en un gran centro de producción, Indalecio Modesto se presentaba como interlocutor con las autoridades. Una conversación captada por la Guardia Civil el 16 de junio de 2021 a las 8.28 horas es paradigmática. Modesto y Mario L. hablan de las posibilidades del negocio, de una cantidad de 15 millones de euros y de los contactos políticos.

El candidato de Ciudadanos en Cuevas del Almanzora aseguró “tener mano con el alcalde Ramón (Fernández-Pacheco) directamente y con el concejal Miguel Cazorla”.  En la misma conversación, captada en las escuchas, Modesto menciona una visita al PITA “con esa gente y con Ramón”.

Centro terapéutico

Ambos conversan sobre inversiones inmobiliarias, la creación de una sociedad y la dificultad burocrática en Irlanda. “Todo esto hay que abrirlo antes de que cambie el gobierno de la Junta de Andalucía”, apostilla Indalecio Modesto en su contacto con Mario L., con el teléfono pinchado. 

“Indalecio dice a Mario que la mano que tienen ahora para un proyecto de este tipo atrae a todo el mundo, diciendo: comen de tu mano, vienen y comen de tu mano”, transcribe la Policía Judicial.

Los contactos de ‘empresarios’ del mundo del cannabis con autoridades políticas de la provincia en Almería no son nuevos. A la puerta del Ayuntamiento de Almería o la Junta de Andalucía han tocado personas interesadas en suelo y licencias para desarrollar supuestos proyectos sanitarios y de investigación.

El 13 de junio de 2021 a las 19.42 horas, Mario L. llamó a un empresario investigado en la causa. “A mí, lo de Granada, si la zona está bien acomodada se puede hacer una zona terapéutica con residencia, proyecto en Garrucha primera línea de playa, entre la Garrucha y Mojácar”. Según interpreta la Guardia Civil, “hablan de hacer un centro terapéutico de cannabis”. 

Sin embargo, las comunicaciones se cortaron radicalmente cuando en enero de 2021 la Subdelegación del Gobierno y la Fiscalía Antidroga promovieron reuniones para alertar sobre los riesgos del cáñamo, cuyos cultivos se habían multiplicado en la provincia. La Junta contactó con las asociaciones agrarias y avisó sobre las ilegalidades.

Tres meses después, el Ministerio de Agricultura publicó una nota nacional. “El cannabis y el cultivo de la planta, independientemente de su contenido de THC, se encuentra regulado por la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes (…) El cannabis y su resina y los extractos y tinturas de cannabis, independientemente de sus contenidos de THC, tienen consideración de estupefacientes y su producción, fabricación, exportación, importación, distribución, comercio, uso y posesión debe limitarse a fines médicos y científico”.

A pesar de estas comunicaciones oficiales y de las operaciones antidroga contra el cáñamo que ya se hacían en la provincia de Almería en esas fechas, los invernaderos no dejaron de crecer. Ébano se saldó con 124.000 plantas.