“Ya ha empezado la Tercera Guerra Mundial”: Almería clama contra Putin

La solidaridad con el pueblo ucraniano y la presencia de una comunidad de ciudadanos de aquel país en la provincia de Almería se ha hecho visible en la tarde de este frío 27 de febrero en la Puerta de Purchena: cerca de medio millar de personas (unas 400 según fuentes de la Policía Nacional) se han manifestado en el kilómetro cero de la capital contra la invasión de Ucrania por parte de tropas rusas.

Con gritos de "Putin, asesino", "Fuera, fuera" o "Queremos la paz", las protestas han estado acompañadas por serios rostros de preocupación y muchas lágrimas de los ciudadanos de origen ucraniano residentes en Almería. 

No obstante, no estaban solos, precisamente. Junto a las muchas banderas ucranianas, en la Puerta de Purchena se han podido ver banderas lituanas, españolas y de Georgia. Así, el apoyo y el calor compartido con los ucranianos fue tan claro como el mensaje lanzado desde el centro de la capital. "No a la guerra", se gritó, junto a vivas dedicados a Ucrania.

Representación política

Uno de los almerienses que no faltaron a la cita convocada por la propia comunidad ucraniana en la ciudad fue el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco. "Almería siempre ha sido tierra de acogida y solidaria. Hoy lo ha vuelto a demostrar llenando la Puerta de Purchena para acompañar a la comunidad ucraniana", señalaba el alcalde, deseando que "cese la invasión cuanto antes y se restablezca la paz y la legalidad internacional".

Junto a él, no faltó el senador y exalcalde de Almería Luis Rogelio Rodríguez Comendador, además de concejales del Consistorio como Margarita Cobos, Carlos Sánchez, María del Mar García-Lorca y Sacramento Sánchez, además del diputado provincial Manuel Guzmán. 

También se encontraba entre los manifestantes el obispo de la Diócesis de Almería, Antonio Gómez Cantero, acompañado por el vicario general de la Diócesis, Ignacio López Román, y otros sacerdotes de toda Almería, como Ramón Garrido, Juan José Martín Campos o Francisco Escámez, apoyando así a Vasyl Diakiv, el padre que lidera espiritualmente a la comunidad greco-católica ucraniana de la parroquia de San Nicolás (en la calle Reyes Católicos), que también estuvo presente y visiblemente emocionado en esta protesta multitudinaria contra la invasión de Ucrania.

Manifiestos

Tras más de media hora de cánticos contra la guerra y aplausos en apoyo al pueblo ucraniano, los famosos cubos de la Puerta de Purchena han servido de escenario y altavoz desde el que ciudadanos de distintas nacionalidades han manifestado de forma anónima y espontánea su repulsa contra la decisión de Vladimir Putin de iniciar una guerra en Europa en pleno siglo XXI.

"La barbarie rusa obligó a poner una marca negra en el calendario. No sólo para Ucrania, para todo el mundo: ya ha empezado la Tercera Guerra Mundial", se lamentaba un ciudadano ucraniano, que invitaba a todos a ayudar: "Cada uno de nosotros puede contribuir con un poco de ayuda para derrotar al bárbaro. Ayuda material, moral, psicológica a nuestros paisanos y nuestros ejércitos".

Mientras, un octogenario español reconocía no esperar vivir, a su edad, una guerra en Europa, al mismo tiempo que condenaba a Putin y gritaba un 'No a la guerra' seguido por la multitud. También mostraron su apoyo los representantes de las comunidades lituana y georgiana, habiendo compartido estos últimos una situación similar en 2008, habiendo sido bombardeados por Rusia.

Además, una ucraniana llegada hace tan solo una semana a Almería por motivos de trabajo, narraba su experiencia y la de su familia, que trata de huir ahora del territorio ucraniano amenazado por las tropas rusas.

La Puerta de Purchena se convirtió así en un trozo de Ucrania a miles de kilómetros de un país que sufre una guerra que no ha pedido.