Santi Mina y David Goldar abandonaron el Palacio de Justicia de Almería a las 15 horas del lunes parapetados detrás de sus abogados, a paso ligero y sin hacer declaraciones a los medios. Los futbolistas se sentaron en el banquillo de los acusados por su presunta implicación, en distinto grado, en la presunta agresión sexual a una joven en la localidad de Mojácar en junio de 2017.
Mina, delantero del Celta de Vigo, está acusado de agredir a una mujer que se había ido a una caravana junto a su amigo David Goldar. Este último está imputado como presunto cooperador necesario. La Fiscalía pide para Santi Mina ocho años de prisión por una presunta violación y solicita para Goldar la absolución (la acusación particular cree que fue cooperador necesario).
El juicio se celebró a puerta cerrada, como era previsible por la posición de las partes en las jornadas previas a la primera sesión de la vista oral. El tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez acordó que las dos siguientes jornadas pudieran desarrollarse con presencia de público y medios de comunicación.
Declaración
Según fuentes jurídicas, Mina no respondió a preguntas de la acusación particular. En su testimonio, negó la violación que se le imputa y aseguró que las relaciones fueron consentidas en todo momento.
Este relato coincide con el mantenido por la defensa desde el inicio del proceso judicial y articula la principal estrategia de los acusados, que insistieron en que la joven se marchó con ellos de manera voluntaria y sin intimidación.
La joven compareció también en la sala de vistas del Palacio de Justicia de Almería, aunque no se conocen datos sobre su posición este lunes porque ni se pudo acceder a la sala ni su letrado atendió a los medios para aclarar la posición de su representada.
En cualquier caso, la acusación particular solicita nueve años y medio de prisión al entender que Santi Mina actuó en contra de la voluntad de la chica esa madrugada en la caravana en Mojácar, donde entró en compañía de Goldar, hoy en el Ibiza.
Además, durante la sesión del lunes se realizaron dos testificales por videoconferencia que supuestamente correspondían a amigas de la denunciante. Las partes renunciaron a la tercera testigo citada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.
La primera jornada se prolongó hasta casi las tres de la tarde. Los acusados y sus letrados se marcharon de forma acelerada y sin hacer declaraciones hasta el Gran Hotel, ubicado a apenas 50 metros del Palacio de Justicia de Almería. Antes habían pedido respeto a la imagen de los futbolistas, de los que dijeron que estaban pasando unos duros momentos.
Puerta cerrada La segunda sesión tendrá lugar el miércoles 30 de marzo y en la misma está previsto que declaren en calidad de testigos cinco agentes de la Guardia Civil y tres detectives privados. Este día también prestarán testimonio en calidad de peritos otras tres personas.
En la tercera sesión, fijada para el día 31 de marzo, declararán otras siete personas en calidad de peritos, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), institución que ha colaborado por facilitar la labor de los medios en la cobertura del juicio.
Iván Bolaños, abogado de la presunta víctima, se mostró a favor de la celebración a puerta cerrada. “ Entendemos que al ser los acusados personajes públicos el juicio es un hecho apetitoso para la prensa pero celebrar en audiencia pública supondría un claro perjuicio para la víctima”.
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