Cómo ser costalero en esta Semana Santa y no sufrir en el intento

El Colegio andaluz de Fisioterapia aconseja qué hacer antes, durante y después de la procesión

Costaleros de la Hermandad del Santo Sepulcro de Almería en una imagen de archivo.
Costaleros de la Hermandad del Santo Sepulcro de Almería en una imagen de archivo. La Voz
Miguel Cabrera
20:59 • 06 abr. 2022

Las hermandades almerienses ultiman ya todos los detalles para la salida de las primeras procesiones de Semana Santa desde 2019 debido a la pandemia. Para ello los costaleros y el resto de participantes en los desfiles no solo deberán tener en cuenta las recomendaciones de la Junta ante el covid, como la de hacerse un test como máximo 24 horas antes del inicio y que durante la procesión usen la mascarilla, sino que también deberán estar preparados físicamente.



Para ello, y tras estos dos últimos años de inactividad, aunque dando por supuesto los ensayos previos, el Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía también ha querido ofrecer sus recomendaciones para ser costalero esta Semana Santa y no sufrir en el intento.



En primer lugar, el Colegio recomienda a las personas que vayan a ser costaleros, cargadores u hombres de trono que estos días ultimen su preparación física de cara a su participación en las estaciones de penitencia. E insiste en que una buena capacidad física es clave para evitar lesiones durante y tras los desfiles procesionales. En este sentido, hace hincapié en la importancia de acudir al fisioterapeuta para prevenir posibles lesiones, y recibir consejos adecuados según el físico de cada persona. 



Miguel Gil, vicepresidente del Colegio andaluz, ha destacado a La Voz la importancia de adoptar unas mínimas medidas antes, durante y después de las procesiones para evitar cualquier lesión que puede llegar a ser muy dolorosa e incluso peligrosa para la salud. Y para quienes estén esperando su estreno sin haber realizado ningún ejercicio previo advierte de que, como reza el dicho, “nunca es tarde”. 



Músculos preparados



“Es muy importante que el cuello, la espalda, los hombros, la cintura e incluso los pies estén en buen estado, y si tenemos alguna duda de ello o algún síntoma de que algo no va bien, reiteramos la importancia de acudir a un profesional”, comienza.



A continuación, aconseja realizar algún ejercicio de fuerza previo para que cuando llegue el momento los músculos estén preparados, y hacer un calentamiento adecuado, como cuando se practica cualquier deporte, para el cuello, los hombros, la espalda y los pies.



“Antes de la salida debemos mantener una actitud corporal activa y ya en el recorrido es fundamental mantener el tronco erguido con la espalda derecha, respirar de forma sincronizada y mantener la mirada al frente, y durante las paradas dar descanso a los músculos, hacer estiramientos y practicar movimientos suaves, sobre todo en las partes del cuerpo que más sufren, el cuello y los hombros”.


En este punto, Gil advierte de que “es importantísimo que ante cualquier señal o síntoma de adormecimiento de los músculos, de los brazos, de entumecimiento, de un dolor eléctrico en el cuello o de cabeza, o un mareo paremos y salgamos, porque puede tratarse de una compresión nerviosa o una inflamación” y de mantenerse se pueden causar daños mayores.


¿Es la edad un factor decisivo?

Miguel Gil dice que aunque la edad es determinante para poder ejercer de costalero,  puesto que a medida que pasan los años las estructuras óseas empiezan a soportar peor los esfuerzos, no afecta igual a todas las personas, puesto que la condición física de cada cual es igualmente importante. “Hay personas que con 50 años están en plenas facultades y otras con 30 que no deberían realizar esta actividad”, señala. De ahí a que, de nuevo, aconseje consultar a un especialista ante cualquier duda.


El fisioterapeuta también resalta la importancia de hidratar la zona de la piel que va a estar sometida al peso y a rozaduras, y  de hidratar igualmente el cuerpo con agua permanentemente.


El Colegio considera importante, de la misma manera, mantener en todo momento el calor corporal, especialmente cuando se den los relevos y ayudarse del resto de costaleros, hombres de trono o cargadores para mantener una postura correcta que evite la aparición de problemas físicos. 


Y una vez terminada la procesión también es preciso estar atento a los mensajes que nos envíe el cuerpo: “es el momento de la recuperación, de descanso y también de hidratación”. Y en caso de haber sufrido alguno de los problemas mencionados antes, aconseja acudir “al fisio para relajar o disminuir la inflamación”, concluye Miguel Gil.


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