El presunto asesino del cáñamo en La Cañada se fuga de la cárcel de Lledoners

Flanqueado por dos agentes de los Mossos d’Esquadra, Adrián Molina de 22 años de edad abandonó la consulta de una conocida cadena de clínicas dentales a pie. Tenía las manos libres de esposas y era sostenido levemente por los brazos.

Apenas completó unos pasos en la céntrica calle de Terrassa (Barcelona), un joven irrumpió en el lugar y roció a los mossos con un extintor. El preso solo tuvo que girarse y correr para completar la fuga, mientras los agentes tenían incluso problemas para iniciar la persecución.

Adrián Molina se convirtió el 5 de abril en el ‘famoso’ recluso que se fugó de la cárcel de Lledoners y ridiculizó la seguridad de los Mossos, pero en Almería se le conoce como el presunto asesino del Caso Cementerio. El joven está acusado de matar a tiros a un agricultor y herir a un hermano durante el asalto a una plantación de cáñamo industrial de cannabis en la barriada de La Cañada de San Urbano la tarde del 30 de septiembre de 2020.

Como adelantó LA VOZ DE ALMERÍA, Molina está acusado de liderar a un grupo de jóvenes veinteañeros en el intento de robo de una plantación de cáñamo de marihuana ubicado en el Paraje Cintas, junto al pequeño cementerio de la barriada. La víctima y sus dos hermanos tenían tomates, calabacines y una pequeña superficie de cáñamo industrial. La noche antes escucharon ruidos en la banda lateral de la finca y se toparon con tres jóvenes delgados, con pelo rapado en los lados y flequillo. “Somos policías”.

Cuando la víctima M. F.  les exigió que se identificaran, uno de ellos respondió a modo de advertencia. “Vamos a llamar a más gente y vamos a entrar por todos lados”. La amenaza se completó horas después y acabó con sangre.

Sobre las 19 horas del 30 de septiembre, según consta en los informes del Grupo IV de la Policía Judicial, un grupo de jóvenes irrumpió en el pasillo perimetral entre invernaderos, a espaldas del cementerio, decidido a apropiarse del cáñamo. “Todo esto es mío y nos lo vamos a llevar”, dijo presuntamente Adrián Molina antes de subirse a una pequeña tapia de una balsa, a unos tres o cuatro metros, y comenzar a disparar sobre el invernadero.

Policía Nacional inició una investigación. Los arrestos se fueron sucediendo. A lo largo del mes de noviembre cayeron seis sospechosos (cinco enviados a El Acebuche). Sin embargo, quedaba pendiente el supuesto autor material. Adrián Molina se había marchado a Terrassa tras un breve parada por Santa Fe de Mondújar (Almería), según informes de los investigadores a los que ha tenido acceso LA VOZ.

Busca y captura

El 1 de diciembre de 2020, el joven se percató de que era vigilado por la Policía Nacional y se marchó a Sabadell, donde sería detenido finalmente en el enero de 2021. La captura no fue fácil. “Las extremas medidas de seguridad adoptadas por él y su entorno dificultaban considerablemente su detención en la vía pública”, expuso la Policía Nacional. Salía muy poco de la vivienda y, cuando lo hacía, utilizado una moto y un casco que entorpecía su identificación.

El resto de acusados le señalan ahora, sin género de dudas, como el autor material de los disparos y el promotor del asalto a la finca de La Cañada, que se habría orquestado poco antes en la barriada de El Puche.

Adrián Molina ingresó en prisión provisional acusado de presuntos delitos de homicidio, dos tentativas de homicidio y un robo con fuerza. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción número Seis de Almería ordenó su puesta en libertad unos meses después tras no detectar riesgo de fuga.

La decisión judicial fue recurrida a la Audiencia Provincial de Almería por la acusación particular, que ejerce la letrada Beatriz Gámez en representación de la familia del fallecido. Todavía no hay pronunciamiento al respecto.

Adrián Molina quedó internado en la prisión de Lledoners para cumplir una condena por un delito contra el patrimonio, un robo en otra causa diferente . El pasado 5 de abril se fugó en la visita al dentista. Su principal preocupación es el juicio que tiene pendiente en Almería, sobre el que aún no hay calificación de la Fiscalía ni fecha de celebración. Mientras, se ha ordenado su busca y captura.

El miércoles los Mossos comunicaron la detención del presunto colaborador en su huida en Terrassa. No fue una operación compleja. Un control rutinario de carretera lo paró sin carné. Al identificarlo saltó la alerta. Continúa la búsqueda de Molina.