La dificultad de cualquier proyecto es mantenerlo en el tiempo después de su puesta de largo. Cuando las hojas del calendario van pasando al mismo ritmo que lo hacen las décadas, es motivo suficiente para hacer un alto en el camino, mirar atrás y ver lo logrado a lo largo de estos cincuenta años. Es lo que le ocurre a la almeriense tintorería 'Las Américas', que en estos días celebran sus bodas de oro con esta ciudad que les ha visto crecer hasta configurarse como una referencia en la calidad de sus trabajos.
El reconocimiento que hoy recoge el negocio familiar es fruto de la labor emprendida desde hace años por Francisco Martínez y su mujer Carmen. Quienes a base de su esfuerzo han conseguido construir un negocio que trasciende más allá de las fronteras almerienses y andaluzas.
"Empezamos en el año 1972, fueron mis padres junto con mis hermanos y al poco tiempo empecé yo, que por aquel entonces estaba estudiando en el Colegio de La Salle y cuando salía del colegio me ponía a trabajar en el negocio de la familia. De ahí que lleve toda la vida trabajando en esto. Por aquel entonces tenía 14 años y recientemente he cumplido 64 años", detalla Francisco, que además reconoce que su labor permanece alejada de intereses industriales y muy cercano "al barrio y a Almería, que es pueblo grande, donde se corre la voz de uno al otro y nos llegan trabajos, incluso para familias de otras provincias".
La calidad como sello
El boca a boca ha sido el mejor plan de comunicación que ha seguido esta empresa a lo largo de estos años. Prueba de ello son los clientes de fuera de la provincia que buscan los servicios de la tintorería, a quienes confían laboriosos trabajos para prendas que son obras de arte y que así lo atestigua su paso en el tiempo. Como le ocurre con una familia de Madrid que "viene aquí para traernos el traje del bautismo. Se trata de una familia, cuyo traje de bautismo tiene casi dos siglos de antigüedad y solo quiere que lo toquemos nosotros, ninguna otra tintorería más". Sin embargo, el sello de calidad que Paco y Carmen imprimen en sus trabajos también constituyen todo un sello de garantía en la propia provincia de Almería, en sus manos confían también los trajes de las diferentes localidades de la geografía almeriense.
"Nos buscan por la calidad: el equipo de plancha que tenemos se trata de una caldera grande, la cual ofrece vapor a la máquina del seco, para un maniquí, que en Almería no hay ninguno y para una prensa que tampoco hay en Almería. Lo que se planche ahí queda perfecto, ejemplo de ello es el resultado de cómo quedan las rayas de los pantalones o las camisas, que sencillamente es impresionante", señala Paco. No obstante, sus trabajos no se limitan al interés personal de carácter familiar. También han trabajado con numerosas empresas, alguna de ellas relacionadas con la industria cinematográfica, como fue el caso de la película 'Exodus', cuyo rodaje se realizó en la provincia de Almería. "Nos trajeron los dos chalecos del Faraón y nos dijeron que como se estropeara aquello que nos cortaban el pescuezo porque tendrían que paralizar el rodaje de la película porque no tienen repuestos ni nada y aquello se hizo a las mil maravillas", señala el empresario almeriense recordando cariñosamente la anécdota. Otro de sus insignes clientes ha sido el Observatorio del Calar Alto, una relación que se mantuvo durante 37 años.
Mantener lo que funciona
En estos cincuenta años, han sido muchas las épocas de cambios a los que nuestra sociedad se ha enfrentado: los años 80, el cambio de moneda y la digitalización son los tres más importantes. Pero hay muchos más a los que este negocio familiar se ha sabido adaptar. Sin embargo, quizá el truco de la longevidad haya sido justo lo contrario: no cambiar para seguir ofreciendo la misma calidad de sus inicios. "Nosotros seguimos utilizando el almidón frente a otros negocios de Almería, que piensan que se trata de un producto anticuado o de otra época. Pero ofrece a los tejidos un acabado que no consigue otro producto una vez que se plancha la prenda. A pesar de que salen productos nuevos, nosotros seguimos utilizando los mismos de siempre al mismo tiempo que seguimos lavando a mano muchas cosas, continuamos con el planchado de tipo americano y seguimos cuidando mucho el lavado con agua. Tenemos cientos de trucos, pero esos no se pueden desvelar", detalla Francisco Martínez.
Los muchos cambios a los que ha tenido que enfrentarse la familia han sido muchos. Pasar de la Peseta al Euro fue no de los más recordados, "nos tuvimos que adaptar todos, aunque no lo sufrimos mucho porque la lista de precios la convertía automáticamente, aquí no se redondeó ni a la alta ni a la baja, se mantuvieron los mismos precios de siempre". En la actualidad, uno de los retos a los que se enfrenta este negocio local es la subida de precios como consecuencia de la subida de la inflación que ha protagonizado nuestro entorno económico: "notamos últimamente que los productos químicos han subido mucho, el gasoil con el que funcionan las calderas de la calefacción también lo ha hecho muchísimo, la electricidad, así como los seguros sociales. En definitiva ha subido todo, pero me gusta señalar en este caso que cuando llueve, nos mojamos todos".
La oleada de comuniones que ya se respira en Almería, hacen que este sector se prepare para incrementar su volumen de trabajo en apenas unas semanas. Algo para lo que ya se preparan en 'Las Américas' que desde hace 50 años atienden en el número 40 de la Avenida Santa Isabel. Ellos también son parte de la historia de esta ciudad.
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