Almería, la Diócesis andaluza que menos dinero recibe del reparto de la Renta

La famosa 'X' que los ciudadanos podemos marcar en la declaración de la renta para que el 0,7% de nuestros impuestos vaya a parar a la Iglesia dejó en el último ejercicio un total de 2.091.593,16 euros en las arcas de la Diócesis de Almería.

Aquello sucedió en 2020, año del que la Conferencia Episcopal Española ha presentado recientemente la memoria anual correspondiente, con datos revisados de forma externa por el gigante de la auditoría PwC (que, precisamente, es la empresa que comprobó el estado de las cuentas de la Diócesis de Almería cuando llegó Antonio Gómez Cantero como obispo coadjutor con poderes económicos). En total, la Iglesia española recaudaba en 2020 un total de 297.680.216 euros gracias a lo asignado por los contribuyentes en sus declaraciones de la renta. Se trata de la segunda cifra más alta desde que arrancó este sistema de financiación de la Iglesia católica en España (con un incremento de más de 16 millones de euros más que en 2019).

No obstante, esta cifra multimillonaria no ha servido para que Almería reciba con buen sabor de boca el dinero de la asignación tributaria: a la hora de repartir más de 200 millones de euros, la de Almería es la Diócesis con capital de provincia que menos dinero recibe de toda Andalucía.

De hecho, del total de 10 diócesis de Andalucía (las de las ocho provincias más Jerez de la Frontera y la de Guadix-Baza), Almería es la penúltima en el reparto andaluz de la asignación tributaria. Solo Guadix-Baza, que recibió 1.364.396,76 millones de euros, obtuvo menos dinero. Por el contrario, Sevilla (con 5.506.994,52 millones de euros), Málaga (con 3.897.842,12 millones de euros) y Córdoba (con 3.732.493,08 millones de euros) son las diócesis con más dinero de las declaraciones de la renta. 

No obstante, el hecho de que Almería sea la segunda diócesis que menos dinero recibió en 2020 de la asignación tributaria no quiere decir que los almerienses sean los contribuyentes menos solidarios con la Iglesia. No en vano, es la Conferencia Episcopal la encargada de repartir el dinero que proviene de las declaraciones de la renta de los españoles siguiendo sus propios criterios. Es más: ni siquiera se reparte entre las diócesis españolas el 100% del dinero conseguido a través de la asignación tributaria.

¿Cómo funciona el reparto?

Efectivamente, es la Conferencia Episcopal Española la que decide cuánto va a parar a cada diócesis. No obstante, no todo el dinero procedente de la asignación tributaria va a parar a los obispados. Sin ir más lejos, de los 297.680.216 millones de euros recaudados, se repartió solo una parte; en concreto, 210.925.327,22 millones de euros. El resto va a destinado a gastos muy dispares como el pago de la Seguridad Social de todos los sacerdotes, los propios costes de funcionamiento de la Conferencia Episcopal o aportaciones a la ayuda social de Cáritas, entre otros.

El resto, esos más de 210 millones de euros que sí se repartieron, van a parar a las 70 diócesis españolas. Tal y como explican en el propio informe de la Conferencia Episcopal, "una vez que se recibe el dinero correspondiente de la asignación tributaria, se reparte a las diócesis españolas, sus principales destinatarios. Para este reparto se analizan cada año qué necesidades específicas tiene cada diócesis para llevar a cabo sus actividades pastorales y asistenciales, y se atienden las características propias de cada una, como son su extensión, el número de habitantes, el número de parroquias, sacerdotes, seminarios y pastoral vocacional. Son criterios que se aprueban anualmente en Asamblea Plenaria. La cantidad, por tanto, que reciben todas ellas corresponde a una cuantía fija según sus gastos generales básicos y a una cantidad que varía en función de las necesidades más particulares de cada diócesis, en el ámbito de sus actividades litúrgicas, pastorales y asistenciales".

Ese es el motivo por el que, por ejemplo, la Diócesis de Jaén (que en 2019 pastoreaba a los 632.027 habitantes de la provincia) recibiera 3.198.907,20 millones de euros, mientras Almería (con 706.871 habitantes) recibiera esos poco más de 2 millones de euros. 

Cabe recordar que, en aquel momento en el que la Conferencia Episcopal cifró las necesidades de la Iglesia almeriense, aún era obispo de la Diócesis de Almería Adolfo González Montes, actual emérito.