Una operación única permite salvar a un niño almeriense en Galicia

El niño acababa de llegar a Galicia con sus padres desde su Almería natal. Era un viaje de vacaciones de verano tras el curso escolar y después de haber ganado un campeonato de fútbol infantil. Era el primer día allí, cuando el pequeño se desplomó en pleno centro de Vigo. Fue un shock: aunque el historial médico del menor venía antecedido por un problema cardiaco desde pequeño, el tratamiento y la medicación le permitían hacer una vida normal. Nada hacía predecir un síncope como el que sufrió a cientos de kilómetros de su playa almeriense. Aunque sometido a revisiones regulares satisfactorias, esa clase de patologías son impredecibles, como indican los cardiólogos. 

El Hospital Universitario de La Coruña salió al rescate del pequeño y se le aplicó un tratamiento pionero en tratar un problema de corazón en menores de edad. Antes ha tenido que permanecer dos meses  en la UCI unido a un corazón artificial hasta la llegada del órgano donado. El implante de la asistencia ventricular mínimamente invasiva se realiza mediante una pequeña incisión en la parte lateral izquierda del tórax. A continuación se localiza la punta del corazón y se introduce una cánula que extraerá la sangre del paciente para, posteriormente, a través de una punción en la arteria femoral, devolverla al torrente sanguíneo con la presión idónea permitiendo una correcta perfusión de los órganos. Se sustituye de esta forma la función del corazón hasta la llegada de un órgano compatible, algo que se demoró hasta el pasado 7 de septiembre. 

El cirujano jefe del centro hospitalario gallego, Carlos Velasco, ha declarado a SER Almería que "es un procedimiento de trasplante pionero pero relativamente sencillo, la intervención duró en torno a cinco horas". Tras diez días sometido a reposo y controles satisfactorios, el niño almeriense ha sido ingresado en la Fundación pública 'Jóvenes de Galicia", para pacientes de otras comunidades autónomos, a la espera de un segundo control para su traslado a Almería. Sus padres, Isabel y Vicente, esperan como un sueño ese día para reunirse con el resto de sus hijos que permanecen con sus abuelos en su ciudad natal.