Monumento a las víctimas almerienses de Mauthausen: ¿vandalismo o abandono?

Hace rato que ha amanecido en la capital y decenas de personas realizan su caminata rutinaria por el tramo del Paseo Marítimo que conecta Las Almadrabillas con el centro de la ciudad. Entre el Parque de las Víctimas del Terrorismo y la desembocadura del Cable Inglés, dos perros disfrutan del juego sobre la tierra, un padre pedalea junto a su hija y varios jóvenes se deslazan en patinete sobre el carril bici, ‘runners’ completan los kilómetros marcados en su ejercicio diario y otros simplemente caminan, a muy pocos metros del mar. Todos ellos pasan junto al monumento a las víctimas almerienses del campo de concentración de Mauthausen, oficialmente Monumento a la Tolerancia, pero pasan de largo. Nadie mira, nadie se para, nadie pregunta. Simplemente es algo que está ahí. 

Además de ese olvido al que parece estar sujeto este monumento por parte de los ciudadanos, y pese a los regulares trabajos de limpieza efectuados por el Ayuntamiento de Almería, encargado de su mantenimiento, cada cierto tiempo aparecen pintadas y restos de botellones nocturnos que pueden llevar a pensar al ocasional visitante que se trata de una instalación que, pese a velar por la memoria, parece vivir en el olvido también de las administraciones.

Y es que, desde su inauguración, el 5 de mayo de 1999, y a pesar de estar catalogado como Lugar de la Memoria Histórica de Andalucía por la Junta desde 2011, muchas han sido las voces que se han alzado en contra de este aparente abandono y falta de mantenimiento. Ello se ve reflejado también en las críticas que los viajeros realizan en redes como Trip Advisor o Google Maps, donde exponen opiniones en las que se alaba el recuerdo a las víctimas pero se quejan de su aspecto “de obra que se ha dejado abandonada”, un “estado lamentable de cuidado” y el vandalismo “con pintadas o restos de botellones”.

Este mismo domingo, personal municipal intervenía en este monumento de la capital, realizando tareas de limpieza del entorno y confirmando fuentes municipales a La Voz el inicio también de trabajos para eliminar los actuales grafitis de los laterales del monolito. Del mismo modo, afirman que está pendiente de trámites administrativos el reemplazo de la actual placa informativa, actualmente un borrón de acero oxidado en el que no se puede leer información alguna. Al mismo tiempo, reiteran que desde el Ayuntamiento se realiza un mantenimiento periódico de la instalación, si bien ello no evita que cada pocos días vuelvan a aparecer estas pintadas o restos de suciedad a causa del vandalismo.

El monumento de las víctimas almerienses de Mauthausen

El monolito central que recrea las escaleras de la cantera de Mauthausen, con un deportado subiendo una piedra de granito sobre sus espaldas, con dos cuerpos inertes a sus pies, está flanqueado por 142 columnas que representan a cada una de las víctimas almerienses en este campo de concentración austriaco y que están repartidas en diferentes e pasillos de distribución irregular.

Declarado por la Junta de Andalucía en 2011 como Lugar de la Memoria Histórica de Andalucía, este punto guarda las cenizas del que fue el único superviviente almeriense del campo de Mauthausen, Antonio Muñoz Molina. Un monumento inaugurado el 5 de mayo de 1999, donde cada año se conmemora la liberación del campo de concentración, con actos en memoria de las víctimas del nazismo. También es punto y final de la marcha que recrea la Desbandá, que rememora el éxodo de decenas de miles de ciudadanos desde Málaga a Almería, a causa de los bombardeos de las tropas franquistas y aliadas italianas y alemanas en el marco de la Guerra Civil Española, y punto de encuentro también para las reivindicaciones de otros colectivos.

En febrero de 2019, los participantes en la marcha de la Desbandá denunciaron la haber encontrado pintadas y mensajes, tanto en las columnas como en el suelo, vinculados al nazismo tales como esvásticas a su llegada al monumento, punto y final de esta marcha.

Un año más tarde, el colectivo Amical Mauthausen denunciaba su preocupación ante la posibilidad de que el proyecto Puerto-Ciudad de la capital no contemplara la continuidad de este conjunto escultórico, pidiendo a las autoridades competentes “la salvaguardia e integridad” del monumento y rechazando un posible traslado a otro emplazamiento; una reivindicación que también hizo suya la Asociación Memoria Almería.