Todavía huele a barniz en los más de 3.000 metros de tablones de madera instalados a lo largo y ancho de las vías desde las que el tren descargaba antaño el mineral. Pero ya está casi todo listo: las barandillas dan la seguridad suficiente como para pasear, los raíles brillan relucientes y los listones de madera encajan a la perfección en este puzle complejo e inexistente en otro lugar del mundo.
No obstante, el corte de cinta inaugural tendrá que esperar. De los muchos y muy diversos plazos que ha tenido la obra del Cable Inglés, el último tampoco ha llegado a tiempo. Si bien se esperaba que pudiera estar todo listo a finales del mes de octubre, lo cierto es que la obra ha sufrido ciertos retrasos que han hecho imposible su inauguración por el momento.
En concreto, el accidente de tráfico que provocó la colisión de una grúa con uno de los arcos que sustentan el inicio del paseo elevado sobre el Cable Inglés desplazó la estructura unos cinco centímetros, teniendo que volver a repetir ciertas actuaciones en ese punto concreto del recorrido peatonal que llevará a almerienses y visitantes hasta la desembocadura del Puerto de Almería.
La fecha
Por lo tanto, el misterio pasa ahora por saber cuándo podrá pasearse sobre el antiguo cargadero del mineral y lo cierto es que la incógnita va despejándose, aunque con malas noticias para los más impacientes.
Si bien se esperaba desde un primer momento que las obras pudieran estar listas en la primera quincena de diciembre permitiendo así que los almerienses disfrutaran desde las alturas de la ciudad en plena Navidad, todo apunta a que solo un milagro permitiría la inauguración del monumento antes de Nochebuena, apuntando así a los primeros compases del año 2023 para el estreno más esperado de los monumentos de Almería, tal y como señalan fuentes de la propia Autoridad Portuaria de Almería, dirigida ahora por Rosario Soto.
Y no solo por los trabajos que aún quedan por ejecutar en el paseo peatonal del Cable Inglés: aún quedan por determinar ciertos detalles respecto al control del aforo y la seguridad del antiguo cargadero del mineral.
Más allá de eso, aún se están terminando los trabajos de barnizado de los listones de madera que componen el paseo, y ahora se están llevando a cabo pruebas con pintura antideslizante para los primeros metros del recorrido, esos que enlazan el propio Cable Inglés con el Parque de la Estación.
Las vistas
Un paseo por el Cable Inglés, aún en obras, ya permite vaticinar dos aspectos respecto al paseo peatonal sobre la estructura ferroviaria: por una parte, ofrece unas vistas nunca antes disfrutadas que harán las delicias de las redes sociales de almerienses y turistas en cuanto el monumento reciba sus primeras visitas (una puesta de sol desde el Cable Inglés se convertirá en uno de los mejores espectáculos de la ciudad); por otro lado, el reto de las administraciones implicadas en este paseo peatonal serán el mantenimiento, la limpieza y la seguridad de una estructura kilométrica lista para recibir a miles de personas.
Si bien las vistas son incomparables, ahora queda por delante asegurar que nada interrumpa el buen funcionamiento de este nuevo atractivo turístico desde el cual el vandalismo (o los más intrépidos) puede estropear lo que, sin duda, está llamado a revolucionar el panorama turístico de Almería.
Cuestiones como el control de acceso, la posibilidad de que sea libre o de pago, y los horarios del monumento son flecos que aún quedan por conocer antes de saber exactamente qué día se inaugurará el paseo sobre el Cable Inglés.
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