El campo de golf de El Toyo bate su récord anual con más de 50.000 salidas

El campo Alborán Golf de El Toyo, de titularidad municipal, ha batido este año su récord histórico con más de 50.000 salidas, que ya se contabilizaban en el mes de noviembre,  a la espera de sumar aún las de diciembre. Se trata de un registro nunca antes alcanzado y el objetivo marcado a inicios de año por los responsables de las instalaciones, como precisa su director, Francisco Venegas.

Estos excelentes datos mejoran con creces los del mejor año anterior, que fue 2019, el previo al de la pandemia que lo trastocó todo. Además, las cifras de octubre y noviembre de este año no pueden ser mejores, puesto que en ambos se han superado las 6.000 salidas, algo también inédito desde el nacimiento del campo y que supone medidas de 200 jugadores diarios. Hay que tener en cuenta que el campo de golf almeriense en verano, cuando dispone de más horas de sol, puede tener un límite máximo de unos 300 jugadores. 

“La recuperación es un hecho y las perspectivas de 2023 son similares. porque ya tenemos peticiones de touroperadores incluso para septiembre”, dice Venegas, quien resalta igualmente que esas más de 50.000 salidas de este año suponen más del doble que las registradas hace solo unos años, en 2014, y de momento, ya en el mes de noviembre son más de 3.000 más que las de 2019.

Este aumento de las salidas se explica especialmente en el incremento de los turistas extranjeros, casi en su totalidad parejas de jubilados, especialmente suecos, finlandeses y, por primera vez este año, islandeses, además de los británicos que residen en el Levante. 

Con un touroperador

Gran parte de ellos han llegado a Almería a través del touroperador Nordpoolen, que desde 2014 trabaja con el campo de El Toyo. No obstante, los aficionados finlandeses suelen acudir por sus propios medios y alquilar apartamentos o pisos en la urbanización de El Toyo durante periodos prolongados de tiempo, de hasta cinco meses al año.

Este año se ha percibido también un aumento del aficionado local, que puede tener algo que ver con la pandemia, de forma que, como señala el director del campo almeriense, muchas personas habrían ‘descubierto’ este deporte al aire libre, muy saludable, puesto que se recorren más de 10 kilómetros en unas cuatro horas si se juegan 18 hoyos, como una excelente alternativa a los que se practican en espacios cerrados, como gimnasios y pabellones deportivos, que han tenido restricciones durante la crisis sanitaria.

A pesar del brillante resultado de la temporada de golf en El Toyo, Francisco Venegas lamenta que la falta de vuelos directos a Almería sigue siendo su principal caballo de batalla, puesto que los grupos que visitan el campo aterrizan habitualmente en otras provincias, como Málaga o Alicante. “Si hemos logrado estas cifras con las conexiones que tenemos, podemos imaginar lo que sucedería si hubiera vuelos ‘low cost’ directos a Almería: necesitaríamos dos o tres campos más”, afirma.

También a pesar de que las comunicaciones de la provincia siguen dejando mucho que desear, este año ha sido también el primero en el que dos hoteles de El Toyo se han mantenido abiertos durante la temporada baja, el Barceló, y el Cabo Gata Beach. Este último es el primer hotel de cinco estrellas de la capital, tras haber sido reformado y reabierto el pasado julio.

En temporada alta

 Y para esto también ha tenido alguna ‘culpa’ el campo de golf. No hay que olvidar que en su caso los meses de otoño e invierno son, al contrario del turismo de sol y playa, su temporada alta, puesto que es en este tiempo cuando acuden al sur de Europa los turistas del norte, debido a las condiciones climáticas de sus países, que en muchos casos impiden la práctica del golf.  Los campos de golf pueden ser, por tanto, un elemento importante para avanzar en la desestacionalización del turismo a la que se aspira desde hace años en la provincia con el mejor clima de Europa para practicar el golf.

Los turistas europeos son necesarios para mantener abiertos muchos campos españoles, entre ellos también Alborán Golf, que en ningún caso podría sufragar los elevados costes de su mantenimiento solo con el jugador local, aunque éste fue el que permitió ‘sobrevivir’ al campo durante gran parte de la pandemia.