La tinaja del siglo XIX de González Egea se marchará al Mesón Gitano

Mientras las obras de colocación de los contenedores soterrados de la calle Antonio González Egea entran en la que es su quinta prórroga, el Ayuntamiento de Almería ya tiene claro el futuro inmediato de los restos arqueológicos allí aparecidos, unas tinajas del siglo XIX, después de que la Delegación de Cultura se haya pronunciado sobre el tema, la tinaja se marcha al Mesón Gitano.

Precisamente por esto, la concejala de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, de la que dependen las obras de colocación de estos contenedores soterrados, firmaba ayer el inicio del expediente para el ‘contrato menor de las obras de traslado del resto arqueológico, vasija del siglo XIX’ para llevarlo a “las dependencias del Mesón Gitano”. 

Según se especifica en el inicio de expediente, la memoria valorada realizada por los técnicos municipales sitúan el coste de este traslado en poco más de 3.600 euros y cuentan con un plazo estimado de una semana para su ejecución.

Rehabilitación
Aunque poco más se sabe del futuro de la tinaja. Se entiende que este traslado será provisional para su recuperación y posterior puesta en valor en algún entorno más adecuado. Cabe recordar que el Mesón Gitano se encuentra focalizado en la interpretación del Yacimiento Andalusí que se encuentra en su interior y que se trabaja, principalmente, en su relación con la Alcazaba y todo el entorno.

Hay que tener en cuenta que la duración de la suspensión de los trabajos que allí se realizan se extenderán hasta que se culmine este traslado.

Las obras de colocación de los contenedores soterrados en esta vía del centro de la capital se adjudicó, junto a los previstos en la Plaza Masnou, a la empresa Facto, Almeriense de Construcciones y Obras Públicas S.A.’, por importe de 113.784,08 euros y en ambos casos, se contaba con un mes de plazo de ejecución de cada una de las islas previstas. Lo que nadie sabía, o quería saber,  es que en el subsuelo iban a aparecer restos arqueológicos en una calle y en otra.

En estas islas que se iban a colocar y que, de momento, siguen en ‘stand by’ hasta que se culmine toda la labor arqueológica que está en  marcha,  se iban a colocar cinco contenedores cada una (2 residuo sólido urbano, 1 envases, 1 cartón, 1 vidrio). Cada contenedor es de 5 metros cúbicos, salvo el de vidrio que, por su peso, se recomienda que sea de menor tamaño (3 metros cúbicos). Las dimensiones aproximadas de cada isla iban a ser de 2 x 10 metros cuadrados.

Habrá que esperar para ver si, una vez resuelto todo, hay o no hay contenedores soterrados colocados en esta calle del centro de la capital.