Debate en la SER y en La Voz: El arte de la réplica o la improvisación

Ni como vencedores ni vencidos. Así se marchaban de las instalaciones de La Voz de Almería-Cadena SER los cinco candidatos cuyas formaciones políticas consiguieron representación institucional en los comicios de 2019 tras participar en el debate electoral organizado por esta casa de cara al 28 de mayo. Y es que el buen tono fue el elemento predominante de un debate en el que se cruzaron dardos pero también invitaciones entre María del Mar Vázquez (PP), Adriana Valverde (PSOE), Juan Francisco Rojas (VOX), Rafael Burgos (Cs) y Alejandro Lorenzo (Con Andalucía).

Pero comencemos por el principio. A pesar de que el cansancio ya va pesando, llevamos una semana de campaña y de precampaña ni sabemos, el ambiente de este viernes, 19 de mayo, era el de los días importantes. En el primer vistazo en la llegada de los candidatos y los equipos de campaña se notaba que era la primera vez que se iban a medir todos los cabeza de lista, todo iba preparadito, intervenciones escritas, ya sea en papel formato folio, tarjetas o en versión digital, consultas entre ellos, cuchicheos, e ir haciéndose al espacio de la Sala de Juntas en la que se realizaba el debate.

Con los equipos ya sentados en una habitación contigua, llega el primer momento importante: el sorteo para las intervenciones de los dos últimos bloques. A la vieja usanza, papelillos, una caja de cartón y de la mano de los propios candidatos, se cerraban las intervenciones. Curiosidad, tanto el candidato de Vox como la popular sacaron el mismo número en ambas ocasiones, abonados al 2 y al 3 respectivamente, yo de ellos compraría lotería con la terminación, por probar. Al transmitir los turnos a los asesores estos lo asumen pero ya les digo que no a todos les gusta igual. Cosas del destino.

Ahora sí, suena la sintonía electoral, la voz de Ramón Gómez marca el inicio del programa y Javier Romero describe las claves políticas de cara al 28-M.

Tiempo de sacar perfiles de los candidatos con algo de cariño, ironía y buen rollo y marcar las líneas de un diálogo, siempre preferible a la suma de monólogos, en los que hablar del estado de la ciudad, principales proyectos y servicios públicos. 

El primer round transcurre con mucha tensión. Todos se esconden tras las intervenciones escritas y fluye poco el diálogo. Eso sí, se pone sobre la mesa lo de las dos Almerías, o mejor dicho, las tres: el caos de Lorenzo, Rojas y Valverde, la realidad mediopensionista de Burgos y la luminosidad de Vázquez.

Gafas
Tanta luz describió la alcaldable popular que el candidato de Ciudadanos le pidió “las gafas de realidad virtual” con los que mira la capital. Lorenzo fue más allá y le dijo claramente: “no sé qué ciudad ha descrito, porque Almería no es”. 

Se tiraron la suciedad a la cabeza unos a otros, si hay que castigar a los incívicos, remunicipalizar el servicio o quien dijo antes, Cs o Vox, que hay que auditar a la concesionaria. Total, la limpieza o la falta de ella, sirvió para romper el hielo. 

Pero el milagro lo obró la pausa publicitaria. Unos consultaron con sus equipos, otros aprovecharon para echar unas risas y tomarse un café, todo permitió dos bloques mucho más intensos y distendidos con hasta cambio de lenguaje gestual. Ya se habían tomado la medida y se notó.

Entre los vaivenes estrellados del Paseo y la valla que se queda del puerto-ciudad, lo más interesante fueron las réplicas. Se nota que aquí se improvisa más, y ojo, todos los candidatos mejoran cuando lo hacen. Deberían estudiarlo.

En pleno fragor de la batalla sobre si Almería es la ciudad de la marihuana, de la 'okupación' o de los desahucios, distendió el choque Vázquez invitando al candidato de Con Andalucía a acompañarla por los barrios aunque nada de tomar cubatas. Lorenzo recogió el guante y dice estar dispuesto a ir con ella esperando que “no pase nada”. Y eso llegó el momento cumbre: el minuto de oro.

Estudiado al milímetro, entonaciones ensayadas y ritmo de anuncio de campaña electoral. Impostación de todos los candidatos que vendieron su mercancía. Ahora le toca a los almerienses decidir cuál de ella compra el 28-M.