El relevo generacional es una de las preocupaciones más acuciantes del sector agrícola. El reto ahora es asegurar la presencia de jóvenes al frente de explotaciones agrarias. Pero, ¿qué es lo que mueve a una persona menor de treinta años a embarcarse en la aventura de cultivar sus tierras y gestionar su propio negocio?
Planteamos la cuestión a agricultores veinteañeros, socios de la cooperativa UNICA, y son muchos los argumentos que salen a la luz: todos los días se aprende algo nuevo, permite conciliar, los trabajadores se convierten en tu propia familia, puedes organizar tu vida porque hay una menor carga de trabajo, te permite tener independencia y disfrutar viendo cómo se desarrollan los cultivos…
Ser agricultor es una decisión que requiere VALOR y valores.
Primera protagonista
La primera protagonista de la campaña, El Valor de ser de UNICA, es Tahiri Maldonado es una agricultora, de 26 años, que cultiva en su finca de Balanegra (Almería), pimiento picante. Es socia de Cabasc, cooperativa integrada en UNICA.
Muchos jóvenes agricultores valoran el hecho de poder seguir viviendo y trabajando en el lugar que los vio nacer, sabiendo que la riqueza que se genera se queda en casa.
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