De 6 meses a un año para ser atendido por un fisioterapeuta del SAS en Almería

Una lesión en la espalda llevó a que el médico de familia de M.C., un vecino de El Alquián, le derivara al Hospital de El Toyo para ser tratado por el servicio de rehabilitación y un fisioterapeuta. Ante la persistencia del dolor y al no ser llamado para recibir tratamiento en las semanas siguientes, M.C. decidió recurrir a un fisioterapeuta privado, de forma que su dolor de espalda remitió en las semanas siguientes.

Cuando ya hacía mucho tiempo de que había olvidado aquel dolor, siete meses después, este paciente recibió una llamada desde la unidad de rehabilitación de El Toyo para darle cita y ser atendido de su dolencia, aunque él,  logicamente, la rechazó.

Esta no solo es una historia real de Almería, sino que el tiempo de espera habitual para recibir tratamiento por un fisioterapeuta puede ser bastante mayor, puesto que en la actualidad se sitúa entre los seis meses y un año, tal y como han alertado el Sindicato de Enfermería (Satse) y un grupo de fisioterapeutas de la provincia que se han unido para denunciar la “irrisoria” presencia de estos profesionales en el sistema público de salud.

Tanto el sindicato como los profesionales consultados coinciden al lamentar, además, que lejos de responder a la falta de profesionales aumentando su número en la atención primaria o en la hospitalaria, el SAS está reduciéndolos en los últimos meses, sobre todo después de que se acabaran los fondos europeos para luchar contra la pandemia del covid, con los que se contrataron a un buen número de profesionales. 

A la privada

“En vez de contratar a más ‘fisios’ los están recortando, lo que provoca que los pacientes que tienen capacidad económica se vayan al sector privado; en cambio quien no tiene dinero se ve forzado muchas veces a medicarse durante un largo tiempo, o también a mantenerse de baja laboral mucho más tiempo del que necesitaría de ser tratado a tiempo”, dice José González, presidente de Satse en Almería. González afirma que la espera en Almería a día de hoy está entre esos seis meses y un año, algo que considera un sinsentido, porque la mayor parte de dolencias que tratan estos profesionales necesitan una intervención urgente.

Su sindicato ha denunciado además que el SAS no va a renovar sus contratos que acaban el próximo 30 de junio a 18 fisioterapeutas de la Atención Primaria, siete de ellos en el Distrito Sanitario Almería y 11 en el Distrito Poniente. Algo que no hará otra cosa que aumentar la lista de espera y la demora para ser atendido en estas zonas, y más aún cuando se acercan los meses de vacaciones del personal sanitario, que reduce todavía más las plantillas puesto que, como también señala el sindicato, “las sustituciones serán mínimas”. Según sus datos, el Distrito Poniente sustituirá en su plan de vacaciones a tan solo el 10 por ciento de los fisioterapeutas, y el Distrito Almería al 21 por ciento.

Y esto es así, plantea Satse, a pesar del déficit estructural de fisioterapeutas de la provincia y de Andalucía en general. Y a pesar también, como añade, de que los fisioterapeutas aportan “un valor incalculable a la calidad de vida de las personas, así como a su entorno familiar”. Al respecto, destaca la vital participación de los fisioterapeutas en procesos respiratorios, traumatológicos, neurológicos, osteomusculares o de índole invalidante, sin olvidar su esencial participación y atención a los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos, o su labor en la prevención y generación de hábitos saludables en personas mayores o con problemas de índole crónico. Asimismo, el sindicato recuerda la clara evidencia que tiene la participación del fisioterapeuta en la disminución de las estancias hospitalarias.

Abandono

La mínima presencia de los fisioterapeutas en el sistema público de salud andaluz y su constante reducción implica al final “el abandono de los pacientes, su mayor medicalización, el aumento de las listas de espera y finalmente la ‘huída’ a la sanidad privada”, dice R. un fisioterapeuta en paro, uno de los profesionales afectados por la no renovación de los últimos contratos del SAS en Almería. Él forma parte de un grupo de profesionales que se han unido para denunciar el ‘ninguneo’ a esta profesión, especialmente desde la administración sanitaria. 

“¿Tanto trabajo cuesta ver que aumentando el número de fisioterapeutas los pacientes mejorarían sin necesidad de recibir tratamientos farmacológicos prolongados, mucho más costoso para el sistema, sin cronificar algias; que se disminuirían parte de consultas con el médico de familia; que se evitaría que patologías neurológicas llegaran a atención especializada tras meses de evolución por no haber recibido un tratamiento fisioterapéutico inmediato; y un sin fin de beneficios más”?”,  se preguntan estos profesionales en un escrito que pretenden dirigir a la Junta de Andalucía y a colegios de fisioterapeutas y sindicatos sanitarios.  

Este grupo de profesionales explica que, como ya se ha mencionado antes, durante la pandemia, “apostaron por esta categoría”, pero cuando este dinero extra ha dejado de llegar la están dejando de nuevo apartada. Según sus datos, en los últimos meses se han ido reduciendo de forma drástica el número de contratos. En el Distrito Poniente, por ejemplo, después de que fueran contratados más de 60 fisioterapeutas de refuerzo en mayo de 2021,  se redujo a la mitad en 2022; posteriormente a 16 en enero de 2023, y ahora en junio de este mismo año se habla de renovar solo cinco contratos para dicha categoría. En el Distrito Almeria igualmente pasarían de tener contratados 14 fisioterapeutas de refuerzo a solo cinco. Estos profesionales afirman que en los hospitales de la provincia “la situación es aún más preocupante: Torrecardenas pasaría de tener cinco fisioterapeutas de refuerzo a solo uno, y en hospital Poniente y Toyo solo ofertarían un contrato”, exponen.