Vuelven los robos a La Cañada con destrozos en alarmas y cámaras de vigilancia

Los vecinos de las zonas agrícolas del barrio se plantean volver a patrullar todas las noches

Los asaltantes reventaron esta reja de una ventana para entrar a la vivienda.
Los asaltantes reventaron esta reja de una ventana para entrar a la vivienda. La Voz
Miguel Cabrera
20:00 • 07 jul. 2023

Después de un periodo de inactividad vuelven los robos a zonas agrícolas de La Cañada, especialmente a las que carecen de alumbrado público. En los últimos días se han producido al menos dos asaltos a viviendas del Paraje Guillén, uno el domingo y otro en la madrugada de este viernes.



En este último, los asaltantes accedieron por el terrado a un cortijo que en ese momento estaba vacío, aunque normalmente está habitado, se descolgaron utilizando el tubo de la antena, que destrozaron, al igual que hicieron con las cámaras de vigilancia y la centralita de control de la alarma, aunque ésta funcionó y llamó al propietario y a la Policía Local.



Los delincuentes reventaron las rejas de una ventana haciendo palanca con una barra de hierro y entraron en el cortijo, donde se apropiaron, entre otras cosas, de un televisor de 55 pulgadas y de dinero en efectivo.



Los agentes constataron después el robo, cuando los ladrones ya habían abandonado la casa. El dueño, aunque también recibió llamadas de la empresa de la alarma, no se apercibió de ellas hasta cerca de las cinco de la madrugada. Cuando acudió a la casa se encontró con los destrozos de la reja y toda la ropa por el suelo, fuera de los armarios, y todos los cajones abiertos, puesto que los asaltantes buscaron todos los objetos de valor en cada rincón.



Cámaras de vigilancia



En esta ocasión, las cámaras de vigilancia no han sido de ayuda, puesto que los ladrones las destrozaron apenas segundos después de que pudieran grabar algo. Del asalto solo se han grabado apenas tres segundos y en las imágenes solo parece apreciarse la figura de un hombre



A., el dueño de la casa, ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional y ha notificado lo sucedido a su seguro. Ese viernes por la tarde, la Policía Científica ha acudido a su cortijo en busca de huellas o pistas que pudieran servir para identificar a los autores del robo. “Parece ser que la gente se ha quedado sin trabajo y ha vuelto a las andadas”, aventuraba A. a este periódico.



A su juicio, hasta que el Ayuntamiento no instale el alumbrado público será muy difícil que disminuyan los robos. De momento, los vecinos de la zona, que no tienen noticias de cuándo comenzará la instalación de las farolas, se plantean volver a las patrullas nocturnas a diario para ponérselo más difícil a los delincuentes. 


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