Los cortes de tráfico tardarán aún un año en las obras de la A7 con la A92

Las máquinas ya mueven tierra en las obras para conectar la A7 con la A92. Allí están en el margen de la autovía más cercano a Viator en un lugar bastante escondido (porque está muy por debajo de la cota de la carretera) y lo hacen dos meses antes de lo que la dirección de obra había previsto en los planes que presentaron al Ministerio de Transportes. Así lo pudimos comprobar en la visita de obra que realizaba el delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; el subdelegado de Gobierno, José María Martín; y el alcalde de Viator, Manuel Flores, al tajo.

Es cierto que la maquinaria lleva poco tiempo por la zona y es que las labores previas han sido largas y complejas comenzando por la retirada de servicios afectados que van desde líneas de teléfono, eléctricas de media y alta tensión, agua retirada de drenaje, acopios tierra vegetal, y sobre todo, pasar los trámites ambientales. Y es que las obras se desarrollan en el hábitat del caracol chapa, una especie endémica almeriense en peligro de extinción por lo que se ha tenido que realizar un proceso de ‘traslocalización’ trasladando hasta 6.000 ejemplares a las zonas determinadas por la Junta.

Una vez superado todo este proceso, las máquinas han llegado para comenzar a trabajar en realizar las vías de servicio. De hecho, se está trabajando en una de ellas en las que se está realizando la colocación de los tubos por los que se drenará el agua de pluviales que llegará hasta el Arroyo de la Mar o Rambla Sartenes, gracias a un proyecto realizado desde el Ayuntamiento de Viator y que acaba así, con el problema de posibles inundaciones del municipio.

Trabajos
Además, también se está trabajando en un desmonte cercano así como en el futuro ramal de acceso directo desde Granada a Almería donde se está también preparando el drenaje y un paso superior.

La previsión es que a lo largo de este próximo año, los trabajos se centren justo en estas vías de servicio sin afectar al tráfico en la autovía A7. Así, se realizarán labores de trabajos en el entorno realizando esos viales de forma que se pueda solucionar todo el tránsito para la llegada al polígono industrial antes de empezar a tocar en la vía principal.

De forma paralela, se irán realizando las cimentaciones de la superestructura o ‘scalextric’ que tendrán una longitud de unos 25 a 30 metros. Hay que tener en cuenta que esta nueva construcción estará ocho metros más alta de la actual autovía y que, para la realización de los carriles de servicio, esta parte baja debe colocarse a nivel de la actual carretera.

Si todo camina en el sentido esperado, será ya en 2025 cuando la superestructura comience a verse. 

Teniendo en cuenta este cronograma de las obras, lo cierto es que todo apunta a que, salvo cortes puntuales del tráfico por labores en las que se pueda poner en riesgo la seguridad de los conductores, aún queda un año para que los usuarios de esta vía que soporta entre 10.000 y 12.000 vehículos diarios, tengan que sufrir los cortes de tráfico para la ejecución de las nuevas conexiones. 

Hay que tener en cuenta que los trabajos, que arrancaron allá por el mes de octubre de 2022, son muy complejos. La adjudicataria de las obras, la UTE formada por Acciona y Bonifacio Solís, planificó una actuación de 36 meses precisamente por tener en cuenta tanto las labores previas como posibles complicaciones posteriores. La inversión prevista es de 32,12 millones de euros.

Actualmente en este enlace entre las dos autovías lo que existe es una conexión en diamante con glorieta inferior, existiendo como único movimiento directo, el que conecta Granada-Málaga, mediante un ramal segregado. En dicha glorieta se unen la carretera A-1000 de la Junta de Andalucía, el acceso a la Base Militar La Legión y la autovía A-92 con dirección a Granada, soportando muchísimo tráfico al ser la única salida.