La Fundación Almería Tierra Abierta nace para dar solución a los asentamientos

La Casa de las Mariposas ha acogido este viernes la constitución oficial y ante notario de la Fundación Almería Tierra Abierta (FATA), que queda integrada por medio centenar de miembros fundadores y un grupo de instituciones y empresas que se han sumado al proyecto para buscar una solución a los asentamientos de inmigrantes en varias zonas de la provincia. 

Como ha dicho en el acto el presidente de la fundación, Andrés García Lorca, con la constitución se ha hecho realidad “la voluntad de servicio de la sociedad almeriense en beneficio de las personas y por la justicia social”.

García Lorca ha remarcado que la creación de la fundación “ha puesto de relieve la capacidad de entendimiento de una serie de personas de distintos sectores, ideologías y ámbitos políticos para colaborar por la justicia y la paz social”.

Y ha hecho especial hincapié en el hecho de que Almería, como tierra de acogida e integración, no puede permitir que se la conozca en el mundo por la presencia de poblados de chabolas en los que malviven cientos de personas. Según los últimos datos de la fundación, solo en la comarca de Níjar viven más de 3.000 personas en distintos asentamientos, a los que hay que añadir los del Poniente almeriense.

Nuevo impulso

Lo que nació bajo el impulso de un reducido grupo de promotores, entre ellos el propio Andrés García Lorca, junto a Juan Callejón Baena, Alfredo Sánchez Fernández, Juan Miralles, Trinidad Cabeo, Antonio Gómez Cantero (obispo de Almería), Antonio Fernández Compán, Ana Gea o Santiago Alfonso, recibe ahora un nuevo impulso con la incorporación de medio centenar de socios promotores que, de forma individual, se suman a los objetivos del proyecto.  

Junto a estos socios promotores hay que destacar también la presencia de instituciones y empresas que serán patrocinadores principales de la FATA, como son Cajamar, Coexphal o el Grupo Cosentino.

Santiago Alfonso, en representación de Cosentino, ha manifestado que con la constitución de la fundación se da “un paso adelante para manifestar que nos importan las personas que han decidido venir a nuestra provincia para trabajar, muchas veces poniendo en riesgo su vida, y que merecen ser abrazadas, respetadas e integradas. Aportaremos lo mejor de nosotros mismos para pasar de las palabras a los hechos", ha manifestado.

Y es que, como ha advertido, aún “queda todo por hacer, y lo más importante viene a partir de ahora”. 

Culminación

También ha tomado la palabra en la Casa de las Mariposas Rosa Gallego, directora de Relaciones Internaciones y Fundaciones Comunitarias de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), para quien quien la creación de la FATA ha supuesto “la culminación de un trabajo que se viene realizando desde hace mucho tiempo, y que ha sido muy inteligente y estratégico”.

“He apreciado una enorme calidad humana en los miembros motores de Almería Tierra Abierta", ha añadido, para destacar a continuación que la FATA es la primera fundación comunitaria que se constituye en Andalucía con el apoyo de AEF. A su juicio, la "Fundación Almería Tierra Abierta es un ejemplo increíble de fundación comunitaria, pues no es habitual contar con más de 40 personas físicas y empresas como fundadores", ha resaltado.

Como apuntaba Santiago Alfonso, a partir de ahora empieza el trabajo más duro y complicado: ayudar a resolver el problema de los asentamientos en la provincia de Almería que, como advierte el Defensor del Pueblo Andaluz en su informe anual de 2022, siguen existiendo en la provincia desde hace cuatro décadas sin que hasta el momento se hayan sabido poner soluciones, ni desde las instituciones o administraciones, ni desde el sector empresarial. 

De ahí a que los miembros fundadores pidan la colaboración del conjunto de la sociedad almeriense y de todas aquellas instituciones que tienen competencias en esta materia, desde los ayuntamientos a la Diputación, la Junta de Andalucía, el Gobierno de España o la Unión Europea.

Problema reputacional

Y es que como ponen de manifiesto los miembros de la fundación, los asentamientos, y las pésimas condiciones de vida que sufren sus pobladores, representan una problemática negativa desde todos los puntos de vista. Se trata, exponen, de la conculcación de los más elementales derechos humanos, de un problema sanitario o de seguridad, un impacto ambiental en las zonas ocupadas por los poblados de chabolas, una cuestión de situación laboral para miles de personas y, finalmente, un grave problema reputacional para la economía y, en particular, para la agricultura almeriense, que se ve sacudida periódicamente por noticias o reportajes que afectan al principal sector productivo de la provincia y generan una imagen negativa que es repetida en los mercados de destino, comprometiendo el prestigio de un modelo que es considerado, por otra parte, uno de los más eficientes del mundo en el uso de recursos como el agua o la energía, de alta productividad por hectárea o generador de una economía de escala de alto impacto socioeconómico en las poblaciones.