Un octogenario acomoda su silla delante de una barra portátil de Pole sport en la playa de El Zapillo. “¿Cuándo empieza el exhibicionismo ?” Pregunta el señor con un inconfundible acento argentino. “Papá nosotras no hacemos eso”, quien responde es su hija menor, Raquel Ballesta. Hace 9 años que la deportista introdujo el famoso baile de barra en la provincia. En una nave de Huércal de Almería instaló una docena de barras de 4 metros de altura y así nació TrainUp pole & fitness. Lejos del estigma y los billetes en el tanga, esta es la historia de una licenciada en Ciencias del Deporte que cambió el step por la barra y se convirtió en subcampeona del mundo a los 41 años.
El pole sport es una disciplina que se practica alternando figuras y acrobacias en una barra vertical. Hay diferentes modalidades una de baile y otra deportiva. Los orígenes de esta práctica que se sembró las bases de la gimnasia se remontan al siglo XII en India. Los antiguos luchadores asiáticos practicaban una especie de yoga en torno a un palo conocida como Mallakhamb, la palabra se compone de los vocablos malla, guerrero y khamb, palo.
Striptease, la famosa película que lanzó a la fama a Demi Moore popularizó el pole exotic. Por entonces el pole sport salía de los ambientes de clubes nocturnos para profesionalizarse en escuelas y federaciones. En la actualidad como en sus orígenes los practicantes adquieren más velocidad, mejores reflejos, concentración y coordinación. La disciplina es transversal no requiere de un cuerpo atlético, ni está reñida a una edad concreta. En su gimnasio Raquel acoge a sanitarias, mamás, estudiantes…Mujeres muy currantes que después de su jornada laboral entrenan duro cuerpo y mente. Por cierto dos alumnas de TrainUp, Angelina Dil y Fanny Cordiere, han sido campeonas de España en la categoría master 40 porque Ballesta asegura que forma campeonas.
¿Cómo empezó a practicar pole dance y pole sport?
Se lo debo todo a mi madre. En el año 2013 era coordinadora de un gimnasio en Cádiz me encontraba fatal, muchos estrés, muchas clases, la musculatura no me daba, tenía una depresión tremenda. Entonces cuando salía por la puerta de la casa de mi familia en Almería para volver a mi pesadilla en Cádiz mi madre me dijo: ¿nena por qué no practicas pole dance?
Encontré que en Chiclana una mujer impartía clases de pole exotic, pero al final introducía alguna figura de la modalidad deportiva. Bailar se me daba fatal, pero la parta de fitness la clavaba porque vengo de la gimnasia acrobática. Practiqué Tumbling en Argentina hasta los 15 años cuando migramos a Huércal. Esta disciplina consiste en realizar acrobacias encadenadas a lo largo de una hilera con colchonetas a los lados con o sin el apoyo de las manos.
¿Qué pasó con el trabajo en el gimnasio?
Me di de baja, pedí el traslado a Almería y durante ese tiempo no perdí ni un segundo. Mi madre me compró una barra de pole, la instalé en casa y practicaba con vídeos de YouTube para aprender rápido. Después me formé a nivel básico en una escuela federada de Alicante. Entre mi madre, mi hermana y yo alquilamos un triplex con un garaje enorme allí instalé 6 barras. Me di de alta como autónoma en octubre de 2014 y hasta enero de 2015 no tuve ni una clienta. Después todo empezó a ir mejor y en dos años pude fundar el gimnasio.
¿Cuánto tardaste en montar la escuela?
Un mes. El dueño me dio ese plazo sin cobrarme el alquiler, no tenía demasiado ahorrado así que lo hicimos todos muy rápido porque tenía que empezar a trabajar cuanto antes. Hicieron los baños, vestuarios, la estructura que sujeta las barras y nosotros nos encargamos de todo lo demás, mi madre hizo todos los muebles.
¿Cómo llegaste a convertirte en subcampeona del mundo de pole sport?
Empecé a practicar en el año 2017, mi barra tenía una altura de 2,5 metros y las barras de competición son de 4 metros. Fui a un centro de Murcia que se llama Polémicos un par de veces para ensayar antes de presentarme al campeonato, la primera vez que me subí a una barra de 4 metros sentía vértigo. En la competición quedé segunda de España, así que fui al mundial en Holanda.
¿Es un deporte más de mujeres?
Sí, pero es apto para hombres. Los hombres que viene son gays, los heteros también son bienvenidos, pero no se atreven.
¿Qué cualidades se necesitan para practicar este deporte?
Fuerza, flexibilidad y coordinación. A nivel de salud que es lo que propongo en el centro, se precisa lo mismo, pero a un nivel no tan exigente como en un campeonato. Siempre se enseña de forma progresiva, paso a paso.
¿Qué dice tu familia del pole?
A mi madre le encanta todo sobre todo el pole sport. Al principio dudaban y yo les decía que confiaran porque en Rusia nos llevan 10 años de adelanto o por ejemplo la danza del vientres, que es muy sensual y está perfectamente aceptada. Estoy segura que cuando me vieron las primeras veces en las redes sociales bailando con los tacones alguna crítica habría recibido.
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