Desmontando el viejo mito de que “Almería no tiene ná”

Por ser una ciudad relativamente pequeña, con contadas referencias monumentales y, hasta hace pocos años con escasos puntos con un atractivo turístico considerable y accesible, siempre se ha dicho que Almería "no tiene ná", que es una ciudad que "se puede ver en solamente un día". Dichas frases, que siguen expresando a día de hoy los propios almerienses, son el reflejo de dos situaciones más que claras: que no se ponen en valor de una forma correcta los encantos de la capital y que parte de la población local continúa sin conocer su localidad. 

¿Es cierto que sólo es necesaria una jornada para descubrir Almería? En parte sí. El tener un casco histórico pequeño permite que sus monumentos más importantes estén cerca y se pueda ir caminando de un sitio a otro. No obstante, para conocerla no es suficiente con ir a La Alcazaba, pasar por la Catedral o bajar a los Refugios. Almería también es disfrutar de su gastronomía, sus costumbres, de sus atardeceres en la playa y conocer muchos rincones que a veces pasan desapercibidos incluso para el almeriense.

Para tratar de desmontar ese mito de ciudad que ofrece poco al turista, desde estas líneas se propone una ruta teniendo en cuenta los horarios de visita actuales a todos los puntos de interés que tiene la capital. En ella se demuestra que 24 horas son insuficientes para poder decir que una persona conoce verdaderamente Almería, más allá de sus visibles iconos monumentales, que se pueden ver en una misma mañana. 

Una posible ruta matinal

La Alcazaba, por orden de popularidad, sería la primera parada. Cierra lo lunes por lo que habría que visitarla (gratis) otro día de la semana. Por ejemplo el viernes a las 9:00 horas. Tras mínimo una hora caminando entre sus murallas y disfrutando de sus maravillosas vistas, habría que dirigirse luego hacia la Catedral para la visita turística, a partir de las 11:00, a la Almería Sacra, que también incluye la entrada al Monasterio de Las Puras y la posibilidad de subir a la Torre del Campanario, aunque a las 13:00. Todo costaría un máximo de 13 euros. 

A las 13:30 ya sería una hora idónea para hacer una parada y descubrir el tapeo. Hay que poner rumbo al templo gastronómico con más solera de la ciudad: Casa Puga. De camino desde la Plaza de la Catedral se puede aprovechar para ver la Plaza Campoamor y su mosaico de San Valentín y también la Plaza Vieja, para estar pidiendo la primera caña o vino a las 14:00 horas. De charla y brindis, el tapeo puede durar aproximadamente dos horas, perfecto para salir a las 16:00 y hacer parada para tomar un café o digestivo en el Ático HO, desde el que ver el emblemático Edificio de las Mariposas en Puerta Purchena. 

Las paradas por la tarde

La entrada a los Refugios de la Guerra Civil estaría prevista para las 17:00, por un precio de 3 euros por persona. Esta interesante actividad durará alrededor de una hora, siendo las 18:00 un buen momento para probar el popular 'Americano' del Kiosco Amalia antes de dirigirse hacia el Paseo de Almería y pasar por El Cañillo, la estatua de Nicolás Salmerón, acercarse al Mercado Central (que no tendrá la vida que tiene en horario matinal), descansar bajo el ficus centenario, fotografiar el Teatro Cervantes o la fachada del viejo Casino donde se ubica la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería. 

Es obligatorio pararse también en la Rambla, en la Plaza de las Velas, mirar primero al suelo para conocer los antiguos nombres de Almería y luego hacia el frente para contemplar un entorno que cuenta con una curiosidad que no todo el mundo conoce. Si una persona se pone justo en el centro de la rosa de los vientos que hay en el suelo y mira hacia las letras de 'I love (tomate) Almería', puede escuchar su propio eco. Tras comprobarlo, cruzar hacia el Parque Nicolás Salmerón y de ahí hacia el Puerto de Almería para poner rumbo al Cable Inglés, con entrada gratuita a las 19:30 horas. 

En el histórico cargadero no se van más de 45 minutos, como mucho. Al salir una buena opción es seguir por el parque y plantarse frente a la antigua (y de nuevo abandonada) Estación de Tren antes de dirigirse a ver los últimos minutos del atardecer (según las fechas) desde el Paseo Marítimo. Despedir el día con una cena tranquila frente al mar, en terrazas como las de Restaurante Buono o El Rincón de Yebra, sería un broche de oro perfecto a una jornada de ruta turística en la que se desmonta claramente el concepto de que "Almería se ve en sólo un día".

Lugares importantísimos y de gran atractivo para el turista como Iglesia de San Juan, Museo de la Guitarra, Casa del Poeta Valente, Museo del Cine, Arqueológico, Centro Andaluz de la Fotografía, Peña del Taranto (aljibe árabe), Museo Doña Pakyta, Cerro de San Cristóbal, Escuela de Arte, Santuario de la Virgen del Mar o Centro de Interpretación Patrimonial, entre otros, se quedarían fuera de una visita de solamente una jornada al ser materialmente imposible poder ir a todos y cada uno de esos sitios que también son de parada obligatoria para conocer la historia e idiosincrasia de una ciudad que tiene mucho más que ofrecer de lo que a veces aparenta.