“La política y la tecnología deben unirse para frenar el cambio climático”

Los efectos del cambio climático en el turismo azul son inimaginables y requieren una acción urgente y coordinada,  para hablar de ello, se han reunido en el Sun&Blue Congress en su segundo día de celebración, Cristina Alonso, periodista de actualidad económica del diario El Mundo; Antonio García, director general de la Capitalidad Verde Europea del Ayuntamiento de Valencia; Pedro Torres, director de marketing de ESRI; María C. Uyarra, investigadora senior de Recursos Marinos de AZTI; y Pedro Aguilera, de CEIMAR. 

Desde esta diversa mesa de debate, los ponentes han comentado las diferentes estrategias en las que están trabajando sus instituciones y empresas para hacer frente al cambio climático de una forma efectiva, ya que además de acarrear consecuencias fatales para la población, el cambio climático incidirá de forma muy abrupta en el turismo. En este sentido, se han puesto varios ejemplos en lo que puede resultar una subida en la temperatura del agua del mar: una mayor afluencia de medusas en las orillas, proliferación de algas, etc. En definitiva, una combinación de factores que acabará resultando en el que el cliente termine por desestimar el destino. 

Valencia es la ciudad que pretende ser el faro que ilumine la senda que deben seguir las demás ciudades para no desembocar en ese fin tan dramático. "Europa no ha premiado a Valencia por cómo estamos, sino por las políticas que hemos creado para conseguir nuestro objetivo", contaba Antonio García. Y para todo ello ha sido indispensable el uso de datos que expliquen qué impacto tiene el turismo en la zona, cuáles son los efectos que se están sufriendo, los hábitos de consumo del turista, que además permiten que se tomen medidas para solventar los problemas que se ocasionan. Asimismo, el valenciano hizo hincapié en que "la combinación de políticas y tecnología es necesaria para poner soluciones al impacto que causa el turismo en el cambio climático". 

Además, se han lanzado propuestas muy interesantes como el tratamiento de problemas derivados del cambio climático desde la perspectiva geográfica que leva a cabo ESRI. En este sentido, los datos emanan a partir de sucesos como incendios, inundaciones, terremotos, etc. a partir de los cuales se pueden deducir predicciones y establecer medidas de actuación. Algo que casa a su vez con la gestión de ciudades que son más sensibles a las olas de calor. En este sentido, desde ESRI se llevan a cabo estudios que abarcan diversos indicadores de un área geográfica que permiten conocer quiénes son los que más sufren durante estas olas de calor, y por ende dónde construir y qué edificaciones, lo que a su vez también optimiza las inversiones. 

En esta línea, se ha destacado la necesidad de implantar medidas que contrarresten el cambio climático como por ejemplo: alimentación de km 0 para evitar emisiones de CO2 en transporte, que a su vez promueva la creación de huertos y la economía local; creación de parques y jardines, así como jardines verticales para disminuir la temperatura de las ciudades; y una clara apuesta por las energías renovables.