Sobre el edificio en el solar de Correos

Días atrás leía en LA VOZ ‘Reflexiones de un ciudadano almeriense acerca de la intervención urbanístico-arquitectónica en la Plaza de Cassinello’ firmado por Luis Fernández, un magnífico arquitecto. Un artículo que viene a alertarnos para que respondamos a tiempo ante la política de hechos consumados a la que la Administración nos tiene acostumbrados: de no hacerlo, solo nos quedarán  las quejas y lamentaciones.

El texto hace referencia a que un estudio de detalle tiene como objetivo definir de forma concreta los volúmenes edificables conforme al planeamiento, así como marcar alineaciones y rasantes permitiendo ordenar urbanísticamente el entorno urbano en el que se actúa, a la vez que determina los parámetros que han de definir el nuevo edificio y el nuevo viario para mejorar este entorno. Todo esto es previo al proyecto, que deberá atenerse al estudio de detalle aprobado y en ningún caso adaptar este estudio al proyecto ya realizado.

En el caso del nuevo edificio para el solar de Correos, y a la vista de la imagen virtual del diseño proyectado por CDB Arquitectos, solo unos breves apuntes al artículo de Luis Fernández, con el que estoy totalmente de acuerdo. 

Alineaciones, vuelos y retranqueos

En la fachada principal, aparece la planta baja retranqueada y alineada con la calle Dr. Gómez Ulla mientras que el resto del edificio vuela sobre esta, manteniendo  la alineación actual. Lo mismo ocurre en la fachada lateral izquierda que retranquea la planta baja, rompiendo la alineación actual de la calle y vuelve a aparecer un vuelo del resto del edificio sobre esta planta. En ambos casos se crea un cuerpo volado y continuo a lo largo de ambas fachadas. Además de no estar permitido por las normas urbanísticas, son vuelos impropios del centro histórico.

Por tanto, entiendo que la fachada principal debería seguir la alineación de la calle Dr. Gómez Ulla hasta la calle Padre Luque ampliando el espacio hasta la Plaza del Educador, lo que permitiría la reordenación de esta plaza, integrándola con el Paseo y potenciando así la relación Paseo-Casco Histórico, mientras que la fachada lateral izquierda debería de mantener la alineación existente ya consolidada. El nuevo edificio mejoraría así la imagen urbana de la ciudad.

Sobre el nuevo edificio Será ahora la única oportunidad que se tenga para construir un edificio que a través del tiempo dé respuesta por su uso e imagen al entorno urbano del centro.

Para que no volvamos a caer en los mismos errores: en 1987, comenzada la estructura de la obra de la ‘Medianería de la Puerta de Purchena’ (proyecto ganador de un concurso de ideas que no fue sometido a debate público) y ante la movilización ciudadana de protesta por considerar que la solución era un “pegote adosado” al edificio medianero, el Ayuntamiento paralizó la obra y procedió a su demolición, sometiendo a debate publico, ahora sí, otras propuestas  de las que salió la que podemos ver hoy en esta medianería.

De realizarse la obra conforme al diseño presentado para el antiguo edificio de Correos, como parece que será, sin haber sometido el proyecto a debate público, nos vamos a encontrar con un edificio cuyo diseño quizás no sea el más adecuado para nuestro casco histórico y que tendremos que soportar de por vida. Solo nos quedaría protestar ante los hechos consumados por parte de la Administración, que ante la pasividad de los almerienses hace lo que quiere.

No seré yo quien entre a dilucidar si la configuración arquitectónica del proyecto es buena o mala, si debe de responder a una arquitectura popular o más contemporánea, si su uso es el más adecuado para lo que el centro necesita y comerciantes y ciudadanos demandan: un uso de oficinas contribuirá a que por las tardes el centro se quede aún más desierto de lo que está ahora.

Me parece bien que su uso esté vinculado a la agricultura e incluya un invernadero, pero por mucho interés que tenga este proyecto siempre habrá sitios más adecuados: de hacerse aquí se perderá la oportunidad de tener un edificio que a través del tiempo cubra las expectativas de uso de los ciudadanos.

Es ahora el momento para que nos manifestemos sobre este edificio y el uso que se le pueda dar. No perdamos la oportunidad, pues una vez edificado solo quedarán quejas y lamentaciones, algo a lo que los almerienses somos muy dados sin mover un dedo para impedirlo.

“Es bueno que los ciudadanos emprendan su propio debate sobre los proyectos que se van a desarrollar en la ciudad y que afectan a sus vidas”, dijo el arquitecto Álvaro Siza. Solo deseo que la Administración tome nota de esta frase y la ponga en practica ahora y siempre.