El Puche clama por los derechos de los niños en zona de conflicto

El 20 de noviembre se celebra el Día Internacional de los Derechos del Niño y desde la Escuela Infantil de El Puche la comunidad educativa decidió realizar un acto reivindicativo acordándose de aquellos niños a los que la guerra les ha arrancado su infancia, su casa y casi hasta su vida.

Así, en un acto organizado desde el centro educativo, leyeron un manifiesto reivindicando la infancia de todos esos chavales que en los diferentes puntos del mundo se han visto envueltos en unas guerras que decidieron los adultos.

Manifiesto
En el texto  escrito en boca de esos niños sufrido que leía la directora de la Escuela Infantil La Alcazaba, Coco Ortuño, primero explicaba como todos esos niños tenían un hogar que les protegiera y ahora: “todo ha cambiado y nosotros no hemos hecho nada para que esto ocurra, el país está en guerra y esta guerra es responsabilidad de los adultos. Hemos perdido nuestras viviendas y aunque no hayan sido destruidas nos obligan a huir de ellas. No podemos ir al cole, bombardean los hospitales, las calles se han convertido en un sitio peligroso en el que se escuchan disparos. Hemos perdido a nuestras familias, a nuestros vecinos y muchos hemos fallecido. Nos hacinan en lugares en los que hemos perdido la intimidad, tenemos que dormir con desconocidos que nos pueden hacer daño. Muchos días nos vamos a dormir con hambre y nos han obligado a trabajar como esclavos, a mendigar, o incluso a matar para sobrevivir... Nos casan siendo niñas, nos han violado, nos han torturado, nos han secuestrado, nos han silenciado, hemos perdido nuestros sueños”.

Y es que con este manifiesto realizado junto a los padres del centro educativo y vecinos del barrio, se intenta poner sobre la mesa una realidad de la que pocas veces se acuerdan cuando se cuenta la guerra, el verdadero drama que supone para los más pequeños que tenían una vida absolutamente normal hasta el mismo día en el que los gobiernos toman una decisión que termina con su infancia tal y como la conocían. Ellos son los verdaderos perdedores.