Uno de los espacios de la casona central de la Plaza Maestro Rodríguez Espinosa, en la que vivió de niño Federico García Lorca, ya tiene nuevo dueño. Esta edificio de seis viviendas fue techo del poeta granadino cuando llegó a Almería con sólo siete años para estudiar bajo la tutela de Antonio, docente responsable del topónimo de este bonito rincón de la capital (antiguamente conocido como Plaza Balmes) y que precisamente es tocayo del nuevo propietario de una de estas casas. Se trata de un conocido artista almeriense que cumple un sueño y tiene grandes planes para este histórico inmueble que salió a la venta hace pocos meses por 150.000 euros.
"Leí un artículo en La Voz de Almería que anunciaba que salía a la venta y no dudé en ir a verla. Nada más entrar me enamoré. Fue un flechazo. He estado toda la vida obsesionado con esa vivienda", comenta Antonio Lorente, distinguido ilustrador almeriense de 36 años de edad que ya tiene las llaves de esta casa que está en obras desde el pasado jueves. Y es que este artista, junto con sus familiares Miguel Vasserot, Francisca María Lorente y Juan José Fernández, tiene previsto poner en marcha un atractivo y novedoso proyecto en el edificio en el que vivió durante varios años (1906-1909) uno de los mejores poetas de todos los tiempos.
Su idea es convertirla en un 'Bed and Breakfast', un cada vez más extendido concepto que es popularmente conocido también como 'B&B' o 'BnB'. La traducción literal de este tipo de alojamiento hotelero es 'cama y desayuno'. Pero esta casa ofrecerá una experiencia única, ya que estará llena de ilustraciones de Federico García Lorca. Todo estará enfocado al poeta y dramaturgo granadino pero con el arte de Antonio Lorente. "Poder pasar una noche en la misma planta en la que vivió Lorca, un personaje tan potente, será algo novedoso en esta ciudad", asegura el ilustrador, que adelanta que será "una casa con un punto retro, pero también moderna y cómoda".
"Estamos muy emocionados e ilusionados, porque esta casa tiene una vibración única, un encanto especial", describe el nuevo propietario de la coqueta casa del número 3 de la antigua Plaza Balmes, donde en 1993 se puso un busto en honor a Federico García Lorca y a su maestro, Antonio Rodríguez Espinosa, que llegó en 1903 a Almería para hacerse cargo de la Escuela del Hospicio y que se aposentó en la planta baja de esta casona con familia y dio cobijo al poeta de Fuente Vaqueros en 1908, al que tuteló durante su etapa en la capital almeriense.
Este proyecto de Lorente y sus familiares pondrá en valor, con la cultura y el turismo como herramientas principales, un espacio que durante décadas ha permanecido a la sombra, al igual que el vínculo del autor de 'Bodas de Sangre' con la ciudad de Almería. La huella de Lorca, que se ha mantenido viva gracias a la labor divulgativa de la familia propietaria de la vivienda en la que estuvo el poeta, se convertirá ahora en un merecido atractivo de referencia gracias a la apuesta personal de Antonio Lorente, un artista local de nutrida trayectoria cuyas obras han llegado a países como Estados Unidos, Reino Unido e Italia, entre otros.
Con la compra de esta vivienda cargada de simbolismo Lorente ha cumplido uno de sus sueños de niño, poniendo además los cimientos de otro que tiene en mente, aunque para desarrollarlo a largo plazo. Su objetivo final es que todo el edificio pueda ser en un futuro una residencia para artistas, que además estaría ubicada en lo que será un auténtico 'triángulo' del arte de la ciudad, con el Museo de la Guitarra, el Museo del Realismo Español y el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) muy cerca. "Esta es mi ilusión, aunque para que pueda llevarse a cabo soy consciente de que van a pasar años", confiesa el ilustrador que dio vida a los carteles de la Feria de Almería en los años 2018 y 2020.
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