Con ‘El Zoyo’ había sitio en el Royal

Conocer al ‘Zoyo y al ‘Gracián’ ya te garantizaba entrar en la Royal Club Discotheque aunque estuviera hasta la bandera. Ellos, fueron el alma de un templo de la música de los 70 y 80 al que iban las niñas más guapas de la Pescadería y donde se respetaban todos los tiempos de la música disco y las canciones lentas.

Muchos de los camareros eran de Pescadería y ‘El Zoyo’ alternaba la brocha con la pajarita. Por la mañana encima de la escalera con el cubo de pintura y por la tarde-noche a recibir con una sonrisa a los clientes.

Era el amigo que todos necesitábamos para poder entrar en esos días que se cerraban las puertas y se colgaba el cartel de completo. ‘El Zoyo’ sabía siempre hacerte un hueco, y si había jaleo era el primero en ponerse delante de los que discutían y estallaba la paz por el respeto que imponía.

Nunca supe de quien era el Royal Club (como le llamábamos) y ahora da lo mismo, pero me vienen tantos y buenos recuerdos que... pero todo empezaba en la puerta donde con ‘El Zoyo’ no había lío. Era el líder de una gran familia. Su hija Encarni González Rivera nos cuenta su vida.

¿Quién era su padre? 

A mí me preguntas que he sido su ojito derecho. Mira, un hombre cariñoso que contaba chistes, muy familiar y querido por todos.

Hombre de la mar y pintor de brocha gorda. 

De Pescadería porque “vamos un paso por delante” que decía. Mi abuelo era Antonio González ‘El Cantaor’ y mi padre cantaba por Fosforito de maravilla. Él como mi abuelo estuvieron embarcados.

Yo pensaba que era más un Travolta. 

A mi padre flamenco y rumbas todo lo que quieras y no veas lo bien que cantaba, era puro arte.

Que le pregunten a Jesús Hermida en Nueva York. 

Eso me lo contaba mi padre. Mira, cuando el Juan Sebastián Elcano dando la Vuelta al Mundo llegó a América, Hermida que era el corresponsal de RTVE, lo grabó cantando flamenco.

Tenía que hacer la Mili en La Marina, estaba claro. 

Se crió en Pescadería. Le gustaba bajar al Puerto y estar con los hombres del mar. Hasta ayudaba a todos porque era muy servicial y lo querían mucho. Tenía don de gentes.

Su padre sigue en la mar 

Y que lo digas, porque lo incineramos y sus cenizas fueron justo donde él siempre ha querido descansar.

¿Cuándo llegó al Royal? 

No tengo fechas pero desde que tengo uso de razón por las mañanas la pintura y por las tardes a la discoteca. Él trabajaba siempre por cuenta ajena y hacía chapuces.

¿El Royal de Pescadería? 

No te voy a decir que no ya que muchos camareros como mi padre eran del barrio. Y la discoteca se llenaba de gente de la mar. Yo iba con mis primas porque el ambiente era muy bueno.

¿Cómo se conocieron sus padres? 

Estaba pintando en la Clínica Virgen del Mar cuando estaba junto a la Iglesia. Mi madre es de Adra y aquello fue un flechazo. Luego vinieron al mudo Paco y Encarni que soy yo. Tan felices

¿Trabajó en las películas? 

Eso se ha dicho siempre porque su parecido con Charles Bronson era importante.

Y hasta costalero del Cristo de Medinaceli. 

Mi padre sacaba tiempo para todo y era muy devoto del Cristo de Medinaceli. Lo querían mucho en la cofradía y no faltaba ningún año.

Estaba loco con Zoyo, su futbolista. Su hermano.

A mi padre le gustaba mucho el fútbol y que mi hermano jugara era su pasión. Mi hijo juega en Real Betis y estaría mi padre loco de contento. Se llama Azuaga.

Su padre formaba parte de una generación de Travoltas de todo a cien. 

Mucha gente se acuerda de sus buenos tiempos en el Royal Club siempre haciendo favores. Se acuerdan mucho de él afortunadamente.

¿De qué murió ‘El Zoyo’? 

Era muy joven y estaba bien. Se le disparó la tensión y los médicos le dieron cuatro meses de vida. Un cáncer en el cerebro. Tenía 60 años.

Ha dejado huella. 

Lo recuerda mucha gente de la discoteca, del bar Los Claveles, de los equipos de fútbol sala, de la mar...

Se acuerda mucho de él su ojito derecho.

Mucho y me lo recuerdan con un infinito cariño.