La regularización extraordinaria afectaría a 10.000 migrantes en Almería

El Congreso ha dado luz verde a la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas migrantes que viven en España. Los impulsores de esta iniciativa, que consiguieron recoger 700.000 firmas, estiman que regularizar a personas que estén en España desde antes de noviembre de 2021 daría 'papeles' y derechos básicos a más de 500.000 personas. ¿Y en Almería?

"No me creo que sean menos de 10.000", afirma rotundo Juan Miralles, de Almería Acoge y Fundación Cepaim. Lamentablemente, es una cifra como podría ser cualquier otra. Eso sí, la dan desde una organización bien informada, que trabaja en el día a día con personas migrantes y que conoce a la perfección la ristra de inconvenientes que afronta la sociedad por mantener sin regularizar una realidad que no por ello va a desaparecer: la población migrante que vive en España en una situación irregular y que es, a día de hoy, imposible de cifrar, ni a nivel nacional, ni en la provincia de Almería.

"El problema es que no lo sabe nadie, y eso si que es un problema", apostilla Miralles. 

El rechazo

La Iniciativa Legislativa Popular seguirá su curso gracias a un apoyo que podría haber sido unánime en el Congreso de los Diputados y que, sin embargo, salió adelante a pesar de la negativa de un grupo político: Vox. 

"Utilizan el tema de las migraciones como auténticos asustaviejas para captar votos a través del miedo... Mienten y alarman a la población", acusa el representante de Almería Acoge al grupo político. De hecho, desde la ONG que trabaja en el día a día con personas migrantes se señala que "es inhumano, cualquier persona con un mínimo de conciencia lo apoya. Es más, cualquier persona con un mínimo de luces lo apoya, porque a todos nos beneficia normalizar la situación de personas que trabajan y viven entre nosotros".

Para ejemplificar las ventajas de un proceso de regularización como el planteado en la Iniciativa Legislativa Popular que ha avanzado en el Congreso de los diputados a pesar de Vox, Miralles recuerda que "sin documentos, no cotizan... ¿Y a quién le 'robamos' la cotización? Al resto de la población". Además, recuerda que sin un proceso de regularización se colapsa una Sanidad que no cuenta con esa población que, aunque no es contabilizada, existe y recurre a los servicios de urgencias, por poner un ejemplo. "Si hay alguien en contra es para aprovecharse", apostilla. 

De hecho, más allá del necesario apoyo popular concretado en esas 700.000 firmas y el aún más necesario visto bueno de los partidos políticos para que se inicie la tramitación de la iniciativa, el proceso de regularización de personas migrantes ha conseguido reunir el apoyo de la Iglesia y del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi.

El futuro

Más allá de que este proceso de regularización extraordinario de personas migrantes residentes en España avance, lo que se indica desde Almería Acoge es que hace falta algo más. Que se acorten los plazos, que se faciliten los trámites y que, cada vez, estos procesos tengan menos de 'extraordinario'.

"O se agiliza y se facilita un acceso a unas migraciones normalizadas o esto debería hacerse cada cierto tiempo. La misma palabra (regularización) reconoce que estamos ante una situación irregular que hemos generado nosotros con nuestras normativas... Tienes una persona que ha entrado como ha podido. ¿No puedes expulsarla? Pues normaliza su situación aquí. Si tiene trabajo, se quedara. ¿No tiene? Se irá a otro sitio. Vienen a buscarse la vida... Y lo de es hay un efecto llamada... Es una cacareada estupidez. Hablamos de personas que levan mucho tiempo aquí entre nosotros. Ya está bien. ¿Llamada de qué?", aclara Juan Miralles. 

El arraigo social

En Almería existen voces que plantean que esta es una tierra en la que es más fácil para las personas migrantes llegar a una regularización gracias a la vía del 'arraigo social'. No obstante, Miralles recuerda que "el arraigo social llega después de pasar 5 o 6 años viviendo en una economía sumergida, sin derechos y explotados en muchos casos".