El ermitaño de la luz

Es domingo y son las 8 de la mañana. La ermita abierta y la Virgen de la Luz sobre una alfombra de flores que va colocando de forma cuidadosa. Limpia todo el entorno mientras le miran los conductores y pasajeros parados en el semáforo de la Carrera del Perú que da a la Carretera de Ronda. 

En los tiempos que corren la fe, el rezo, ser católico o ateo, nada importa salvo para Francisco de Asís Torres Montesino, que se casó con Rosario García Segura. Nombre de Franciscano, esposa con nombre de rezo y una vida de fe y esperanza es lo que nos ofrece don Francisco.

No se lo van a creer pero los fieles le cuentan los milagros de la Virgen de la Luz y se emociona. Con un nudo en la garganta agradece a la Madre de Dios que ayude a los almerienses. No es un ermitaño al uso porque vive justo enfrente de la ermita.

¿Quién es Francisco de Asís, el ermitaño? 

Un almeriense hijo de Diego y Mari Ángeles que nació en la Plaza del Carmen y tiene ocho hermanos. Trabajé en la CIA Sevillana y luego fue Endesa.

Lo de Asís es Franciscano. 

Mi padre era Ministro Terciario Franciscano y me puso este nombre. Y estudié en el colegio San Francisco junto a la Iglesia.

Y la señora, Rosario. 

Soy un hombre de fe y a lo largo de mi vida han pasado cosas que solo Dios las puede explicar. Yo no. Ah, nuestros hijos con María del Mar y Francisco.

¿Salvó la vida a tres soldados siendo PM? 

Cabo de la Policía Militar en La Brunete, Regimiento Castilla. A dos soldados en clases de tiro y a otro el día de la Inmaculada. Alerté al sargento en clases de tiro y paré un tanque que iba a pasar por encima de un soldado que había tropezado. Dios estaba conmigo,

¿Y cuando llega la Luz? 

Todo empezó estando en Sevillana. El viejo transformador estaba en desuso desde 1989 y un grupo de trabajadores se lo pedimos a don José Vallejo y accedió a cederlo. Era diciembre de 1995 y un año después se inauguraba la ermita.

Menudo cura les tocó. 

El párroco de San Isidro, don José Burló, cuarenta años en Regiones, fue el que dio la bendición de Dios a la ermita. Yo que estoy encomendado al Cristo de la Escucha, la Virgen del Mar y de la Soledad, recibí la llamada de la Luz.

Ella le quería más cerca.

Y tanto que nos casamos y vivíamos junto al Hotel La Perla y encontramos casa en la Carretera de Ronda justo enfrente de la Virgen de la Luz. Desde que me fichó don José Vallejo y me dijo que cuidara de ella. Muy querido por la familia ya que mi padre y él fueron compañeros muchos años.

Desde cuando es ‘el jefe’. 

Manolo Quesada me puso al cuidado de la Virgen de la Luz en 2009 y hasta la fecha. No me lo he tomado nunca como conservador de la ermita sino para mejorar todo lo que había. Hay que ir dando pasos y en ello estamos.

Muchos le miran mal. 

Trato de limpiar la ermita muy temprano para evitar preguntas y no exponerme a comentarios. He pasado de todo, pero la fuerza de la Virgen está conmigo.

¿Tiene usted recambio? 

No me lo he planteado, porque me veo fuerte y creo en Dios. Seguro que tendré quien me sustituya pero a día de hoy no tengo pensado entregar la llave a nadie, ya que me veo con fuerzas y con fe para seguir.

¿Le han contando algún milagro de la Virgen? 

Te los conté el otro día y por respeto no los debes de sacar; porque me vienen y me los cuentan y me emociono. Yo creo en ella.

Salvó a Guillermo Blanes. 

No tengas dudas de que tu petición llegó a la madre y le ayudó. Siendo la más pequeña su poder es inmenso. Si tu piensas que lo salvó es que la Virgen te lo dice.

Se van a reír de mi. 

Cada uno puede pensar lo que quiera pero yo soy un hombre de fe. Creo en los milagros y me siguen llegando muestras de gente que pidieron y la Virgen les dio lo solicitado.

La Virgen echa un cable. 

Mis padres, mis hermanos, mi mujer, mis hijos, los amigos... todos van en mis oraciones. Ella nunca te falla.

¿Es usted un enchufado? 

Eso era en el colegio. No, solo un humilde servidor que disfruta con la Virgen de la Luz y Dios es lo primero en mi escala de valores.