Docentes ponen en duda la utilidad de las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico

A pesar de que ya haya pasado casi un mes desde que los alumnos de 4º de Primaria y 2º de la ESO realizaran las Pruebas de Evaluación de Diagnóstico, todavía se puede palpar el profundo malestar que han suscitado en la comunidad educativa y son varios los motivos por los que sus miembros no aprueban que se sigan realizando estas pruebas.  

A principios de abril, la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo señaló que el objetivo de la Evaluación es comprobar el dominio de las competencias del alumnado en comunicación lingüística (Lengua Castellana y Literatura y Primera Lengua Extranjera) y matemáticas, así como también que tendrán un carácter informativo, formativo y orientador para los centros, el profesorado y las familias. 

Sin embargo, el secretario de la Junta Personal Docente de Almería y responsable del área de Educación del CSIF, Juanfra Caballero, asegura que lo que expresa la Consejería, en la práctica resulta ser muy diferente. 

Falseadas

“Al final son unas pruebas falseadas porque no reflejan la realidad del nivel competencial de los alumnos”, observa el secretario. Y es que al parecer, las actividades propuestas en los cuadernillos de diagnóstico se corresponden con un nivel inferior al que realmente tienen los estudiantes. 

Además, el carácter generalizado de estos exámenes no tiene en cuenta las diferencias en el ritmo de impartición del temario obligatorio. Es decir, pese a que todos los profesores deban transferir una determinada serie de conocimientos, no todos los centros y editoriales siguen el mismo orden a la hora de impartir estos contenidos. “En este sentido, los resultados de las pruebas vuelven a falsearse porque a esas alturas del curso todavía queda temario que dar, entonces algunos alumnos solo tienen que hacer un repaso de los contenidos que ya han visto, pero a otros tienen que empezar desde cero, lo que les deja en una situación de desigualdad”, observa Juanfra Caballero. Asimismo, desde la Junta de Personal Docente de Almería también denuncian que estas pruebas estandarizadas no contemplan la diversidad de los contextos educativos, así como tampoco la del alumnado, pese a que la Consejería aseguró dotar a los alumnos que lo necesitaran con el apoyo y las adaptaciones necesarias para la realización de las pruebas.

Burocratización

No obstante, lo que ha generado la indignación de la comunidad educativa es la alteración que suponen estas pruebas en el ritmo del proceso educativo, generando estrés y distracción tanto en docentes como en alumnos. “La realización de estas pruebas en pleno tercer trimestre impone una presión adicional en un momento en el que los esfuerzos deberían centrarse en consolidar los conocimientos y habilidades adquiridas, pero que por el contrario, hace que los docentes centren sus prácticas pedagógicas a la mera preparación del alumnado para la superación de estas pruebas ”, reza en un comunicado de la Junta de Personal Docente. 

De esta forma, el profesorado se encuentra con una capa más de trabajo administrativo y una desviación de recursos que a juicio de la Junta de Personal “se podrían destinar a actividades más provechosas”. 

Alumnado

Los docentes también han defendido que “son ellos los que conocen a sus estudiantes, saben cuáles son sus necesidades y cuál es la mejor forma de abordarlas de la manera más efectiva”. En este sentido, el profesorado ha destacado la externalidad de las Pruebas de Diagnóstico, lo que las sitúa en una posición ajena al proceso educativo diario, lo que en consecuencia, deja su utilidad en entredicho. 

Asimismo, varios errores detectados en las tres pruebas han puesto en el punto de mira la falta de rigor de las pruebas tanto en diseño como en ejecución.