Que la Finca Experimental de La Hoya se ha quedado pequeña para los más de 400 animales a los que da cobijo, es algo más que evidente. Lo es ahora y ya lo era en 1989, cuando había menos ‘huéspedes’ en su terreno cercado, actualmente de seis hectáreas según fuentes municipales, y en aquel año ya los propios expertos de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) denunciaban carencias de espacio que provocaban incluso “problemas de agresiones”, en una situación “grave” en la que las especies “no se reproducían”.
Más de tres décadas después, y pese a firmarse en el citado año un convenio entre el Ayuntamiento de Almería, con el socialista Santiago Martínez Cabrejas como alcalde, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el traslado de la reserva sahariana, espacio cuya función principal es la de preservar y reintroducir poblaciones de especies animales en peligro de extinción, todavía sigue a las faldas de la Alcazaba pese al crecimiento de la ciudad y la rehabilitación del entorno de la histórica fortaleza, el Cerro de San Cristóbal y la creación de los Jardines Mediterráneos a escasos metros.
Sin embargo, la polémica muerte hace unos días de cuatro gacelas y un arruí a consecuencia del estrés y agitación que pudieron provocarles a estos animales los conciertos del Festival Alamar, ha vuelto a sacar del cajón en el que ya parecía olvidada, la necesidad de buscar otro emplazamiento para la Finca Experimental.
“Nosotros vamos a trabajar conjuntamente con ellos y con el resto de administraciones para ofrecerles el sitio idóneo, según las características y los criterios que nos han exigido”, dijo la alcaldesa María del Mar Vázquez, quien espera que “a la mayor brevedad posible” se produzca el cambio de ubicación en favor de esos “casi 400 ejemplares que viven allí, un poco hacinados, en poco menos de seis hectáreas”.
Características
Desde la Estación Experimental de Zonas Áridas (EZZA), perteneciente al CSIC, ya estudian como proyecto estratégico de centro el traslado de las instalaciones y el programa de conservación e investigación que esta entidad lleva a cabo en la Finca Experimental de La Hoya.
Así, la propia EZZA destaca las características que debería tener el nuevo emplazamiento fuera del núcleo urbano capitalino. Más concretamente, tendría que estar ubicado a una distancia máxima de 35 kilómetros del centro de la ciudad, con fáciles accesos por carretera y disponibilidad de agua, luz y comunicaciones.
Se busca una superficie de alrededor de 50 hectáreas, ocho veces más extensa que en la que se encuentran actualmente los cercados de las gacelas y otras especies en La Hoya. Precisan, además que el 65% del terreno debería tener cierto relieve con zonas llanas, mientras que el 35% restante debe ser una colina de suave pendiente.
Entre otras características, la distancia mínima con respecto a un núcleo de población debería ser de un kilómetro, estando a menos de 500 metros de cualquier explotación ganadera. El suelo tiene que ser de fácil drenaje con piedras y arena y no estar incluido en zonas de protección ambiental.
Búsqueda de nueva ubicación
La EZZA, en base a las particularidades citadas anteriormente, queda a la espera de saber si el Ayuntamiento de Almería es titular de terrenos que cumplan dichas características dentro de su término municipal.
Cabe recordar que, tras la firma del convenio en 1989, estaba proyectada para un año más tarde la mudanza de esta reserva al Paraje de El Aljibillo (dos parcelas de más de 133 hectáreas), en El Alquián, mediante la permuta de los terrenos. El desplazamiento no se llevó a cabo y en años siguientes se valoraron, en diferentes etapas y por administraciones distintas, Rodalquilar, Tabernas o Sierra de Gádor como otras posibles ubicaciones.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/276526/buscan-un-terreno-de-50-hectareas-para-la-mudanza-de-las-gacelas-de-la-hoya